No solo el Pisco busca consagrarse dentro de las preferencias del público en el extranjero. Ahora, otra bebida busca ser revalorizada a nivel internacional y se trata de la ‘Chicha de Jora’.
La Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo de Cajamarca (Upagu), anunció que a partir del próximo año se exportará esta bebida que llevará el nombre de »El Licor de los Incas».
»Nos encontramos en la etapa de formalización en donde se debe cumplir una serie de requisitos como el registro de marca, autorización, certificación de calidad, registro sanitario y otros. Luego, debemos pensar en la construcción de la planta en un terreno de cinco hectáreas de la universidad, ubicado en Baños del Inca», declaró Manuel Becerra, presidente del directorio de Upagu.
Becerra aclaró que el proyecto va a favorecer a los estudiantes de diversas facultades afines a la actividad productiva y comercial, quienes podrán realizar sus prácticas profesionales.
La Upagu ha producido en los últimos dos años un lote de Chicha de Jora para validar el proceso de producción. Durante el próximo Carnaval cajamarquino, se ofrecerá esta bebida al público local.
La Chicha de Jora es una bebiba peruana que se presenta en diversas variedades de acuerdo a la región donde se prepare. Es elaborada desde la époco pre-incaica siendo un elemento sagrado utilizado en actos ceremoniales y fiestas de todas las culturas prehispánicas.
En la época de los Incas se recibía el nombre de Aqha. Según la tradición, durante el mandato de Túpac Yupanqui, las lluvias deterioraron los silos donde se almacenaba el maiz por lo que los granos se fermentaron y derivaron en malta de maíz.
Para que no se eche a perder el maíz, se ordenó el reparto de esta malta para aprovecharla en forma de mote (maíz cocido en agua), pero finalmente la terminaron desechando. Pero un poblador que rebuscaba entre la basura debido al hambre, consumió de la malta terminando sumido en la embriaguez.
Durante el Inti Raymi, el Inca brindaba con Chicha de Jora en honor al Sol, y también era costumbre dejar un recipiente con esta bebida en la tumba de un familiar fallecido u ofrecerla como pago a la Pachamama o Tinka para tener una buena cosecha.