Cuando asistimos a seminarios, reuniones con clientes o con equipo de trabajo, convenciones, conferencias, congresos o cursos de capacitación, encontramos siempre distintas alternativas en ‘Piqueos’ con creativas presentaciones que resaltan la imagen de la empresa anfitriona.
Estos piqueos con conocidos como ‘Coffee Break», que es una pausa dentro de una rutina social para una merienda o un breve período de inactividad practicado por los empleados o invitados en los negocios, en el cual brindan a los participantes cafe, panecillos, bizochitos, etc.
¿Cómo se maneja en la actualidad el negocio del Coffee Break en nuestro país?
Quienes accedemos a eventos, siempre nos chocamos con un pequeño Buffet que habla del esmero del anfitrión por ofrecer siempre una buena hospitalidad, más aún si la empresa recibe a visitantes extranjeros, quienes llegan en algunos casos, con el propósito de probar los deliciosos potajes de nuestra bien posicionada gastronomía.
Nos interesa saber si los conferencistas extranjeros encuentran lo esperado dentro del Coffee Break, al que usualmente tienen acceso, donde se ofrece en nuestra mesa: café, sanguches, triples, jugos y pequeños dulces.
En algunos casos, hay empresas que evitan el gasto y contratan servicios sencillos para atender al cliente, quizás en un afán por ahorrar costos, algo que provoca que la calidad del producto baje.
Si se trata de que nuestra gastronomía se consolide en el mundo, los Coffee Break son un buen punto de partida para el gusto del visitante extranjero, pues se pueden ofrecer bandejas con pequeñas empanadas rellenas de ají de
gallina o lomo saltado, reemplazar la gaseosa por chicha morada, rellenar los tequeños con un queso fresco nacional y ofrecer los jugos hechos con frutas nacionales como la lúcuma o la guanábana.
Con ello, y con un servicio de calidad, podemos afirmar que los Coffee Break son una manera propicia para exponer lo nuestro y así, el visitante de testimonio de lo gratificante que puede ser la gastronomía nacional.