Primero se debe examinar si en realidad se encuentra muy oxidado, para ello, se puede tomar un cutter y marcar un cuadrado en la reja luego pegar una cinta adhesiva y desprenderla con fuerza, si se queda un residuo es mejor remover la pintura y tratar la oxidación.
Como el óxido se encuentra mezclado con la pintura, debemos lijar la superficie, si se tiene la posibilidad de desmontar el enrejado sería mejor para mayor comodidad.
Si la reja es muy grande en lugar de una lija podemos usar un taladradora con cepillo de disco.
Si se desea se puede usar un antioxidante químico, se aplica con una brocha, se debe dejar por horas, este producto destruye las zonas con óxido que luego pueden eliminarse con disolvente o agua y jabón al secar.
Una vez que se ha logrado desprender el óxido se debe aplicar una base antióxido, después de que seque se pinta del color seleccionado.
También se puede pintar con pinturas antioxidantes. Estas pinturas se pueden aplicar directamente sobre la superficie oxidada sin necesidad de lijar previamente.