Una alimentación equilibrada y adaptada a las necesidades nutricionales de cada uno, así como una actividad física regular, permiten quedarse en forma, mantener todas sus fuerzas, prevenir enfermedades o curarse más fácilmente. También son un medio simple para prevenir la osteoporosis (disminución de la masa y de la estructura ósea) que favorece las fracturas, y de evitar las caídas. Las caídas son unos accidentes muy frecuentes en casa de las personas de edad. La debilidad de los huesos, después de la menopausia, expone muy particularmente a las mujeres a un riesgo de fractura.
Hueso y calcio
El hueso, como otros tejidos, se renueva constantemente, provocando la reconstitución de nuestro esqueleto de cuatro a cinco veces durante nuestra vida. El calcio principal constituyente del hueso además del fósforo, el magnesio, el flúor, etc., viene exclusivamente de nuestra alimentación. En caso de aportaciones insuficientes, el hueso constituye una reserva de la cual el organismo va a sacar. A cada momento, el calcio puede ser liberado o es depositado en el hueso.
La osteoporosis
A medida que se avanza en edad, comenzamos a perder masa ósea, esta pérdida se acelera en las mujeres durante la menopausia y puede acabar en la osteoporosis. Los huesos se vuelven entonces más delgados, más porosos y más frágiles, favoreciendo las fracturas (muñeca, cuello del fémur, etc.).
¿Cómo prevenirla?
-Con una alimentación equilibrada: calcio, vitamina D (aportada por la alimentación y sobre todo fabricada por el organismo gracias a los rayos del sol) y proteínas son importantes para preservar su capital óseo.
-Con ejercicio físico regular que permite preservar su masa ósea:
– Caminar, gimnasia suave, estiramientos, equilibrio etc.
– Por un tratamiento hormonal de sustitución (Consulte a su médico).
En el curso de los años, el funcionamiento del organismo que sufre algunas modificaciones, conviene velar por su equilibrio alimentario que tiene
– Una alimentación adaptada en cantidad a su hambre y a sus necesidades: el mantenimiento del peso es un medio muy bueno de verificar que el equilibrio entre aportaciones y gastos es bien mantenido.
– Una alimentación diversificada, con:
1) productos lácteos para cubrir sus necesidades en calcio.
2) carne, pez o huevos, para las proteínas y el hierro.
3) cada día, el equivalente de 8 o 10 vasos de agua, sea 1,5 a 2 litros de agua o de bebidas no alcohólicas.
Pero también frutos y verduras, feculentos, materias grasas variadas.
– Una alimentación al ritmo regular con, si es posible, tres comidas, más una o dos entre comidas con arreglo a sus necesidades y con arreglo a sus costumbres. Lo más importante, es acostumbrar su organismo a tomar cada día los alimentos en el mismo horario.
La actividad física
Conservar una actividad física regular es también importante ya que el saliente en edad provoca una disminución de la masa muscular que puede favorecer el riesgo de caídas. Asociada con un consumo suficiente de alimentos ricos en proteínas (carnes, pescado, huevos, productos lácteos), la actividad física permite «re construir» la masa muscular. Los más deportistas pueden entregarse a actividades tales como, el yoga, las sesiones de gimnasia suave, estiramientos o los ejercicios de equilibrio. Tener una actividad física regular, es ante todo continuar moviéndose al diario caminando, saliendo cada día a hacer funcionar sus músculos. De modo general lo importante no es tanto la intensidad o la dificultad de estas actividades pero si su regularidad. Para mejorar su forma y su salud, basta de 30 a 60 minutos de actividad moderada cada día o, siendo activo mínimo durante 10 minutos consecutivos varias veces al día.
Se recomienda practicar las siguientes categorías:
• Resistencia
(Caminar, por ejemplo) para mejorar sus capacidades cardíacas y respiratorias
• Flexibilidad para conservar músculos y articulaciones flexibles, ser más ágil y moverse con más facilidad
• Mantenimiento de su fuerza muscular
Para conservar sus capacidades de desplazamiento
Fuente:
www.jmfitperu.com
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