El fin del mundo anunciado dos veces en 2011

Harold Camping, ingeniero de profesión y predicador evangélico estadounidense, predijo que el  21 de Mayo, iba a ser el fin del mundo. Al reconocer su error,  vaticinó que ese suceso ocurriría el 21 de Octubre del mismo año.

En 1994, Camping había lanzado su primera predicción. En esa oportunidad, el evangelista estadounidense había pronosticado que el fin del mundo llegaría el 06 de Setiembre. Ello iba a ocurrir con un gran terremoto, y que sería la fecha en que »Cristo va a retornar».

Eso no sucedió (y no se le hizo mucha propaganda por cierto). En 2011, su predicción si tuvo eco y produjo temor con su anuncio, aunque se repitió la historia: NO PASÓ NADA.

El 21 de Mayo de 2011 no ocurrió ningún terremoto ni llegó el Día del Juicio Final. A lo mucho, la fecha fue tomada como broma en las redes sociales, asociando el suceso con otros temas de coyuntura.

Es más, muchos creyentes protestaron porque el 21 de Mayo no fue el día del Juicio Final, por ejemplo, a Robert Fitzpatrick, autor de “The Doomsday Code” y creyente evangelista de la predicción que hiciera Harold Camping sobre el fin del mundo, le llovieron varios cuestionamientos:

“¿Van a devolver todo el dinero que recibieron como donaciones de los fieles por su falsa profecía?” preguntó un feligrés- a lo que Fitzpatrick respondió: “El dinero de las donaciones es el que invierte Family Radio”.

En el momento del fin del mundo, Fitzpatrick se encontraba en el Times Square, cuando fue abordado por la prensa y devotos furiosos: “¿Qué pasó? ¿Por qué no se acabó el mundo?”, le preguntan. “No sé que pasó”, fue la única respuesta que supo articular.

Luego, Harold Camping lanzó otra profecía: El fin del mundo será el 21 de Octubre del 2011. ¿Sus seguidores volvieron a creer en él y renunciar a sus trabajos? ¿Donaron nuevamente 100 millones de dólares? ¿En qué trabajan quienes dejaron sus trabajos por seguir sus palabras?

Luego de que tampoco pasara nada el predicador evangélico dijo que la misericordia de Dios nos había perdonado.