El Gobierno de Japón ha mostrado por primera vez al público, una ‘Cámara de la Muerte’, donde efectúa ejecuciones en la horca con un botón aleatorio. cuyo proceso ha sido hasta ahora envuelto en un absoluto secreto.
La pena de muerte en Japón se aplica en la horca con la ayuda de verdugos y sin aviso previo al condenado. Este proceso nunca ha podido ser visto, lo que ha generado un sin fín de críticas acerca de su supuesta crueldad.
Keiko Chiba, ministra de Justicia del país del ‘Sol Naciente’, decidió abrir a los medios locales la Cámara de Ejecución del Centro de Detención de Tokio, que está compuesta por cinco habitaciones. Sin embargo, decidieron no brindas acceso a la cuerda con que se ahorca a los condenados ni al sótano a dónde van a parar sus cuerpos una vez ejecutados.
Según las imágenes emitidas por la cadena NHK, la sala de ejecución tiene una trampilla en el suelo que está marcada con un cuadrado rojo en donde se coloca al preso, y en el techo, hay una polea en donde debe colgar la cuerta. La trampilla se abre cuando desde otra habitación conocida como ‘la sala de los botones’, tres verdugos aprietan a la vez, botones de los cuales sólo uno acciona el proceso de ejecución.
De tal forma, ninguno de los verdugos sabe quien ha sido el responsable de abrir la trampilla para causarle la muerte al condenado.
Los medios también tuvieron acceso a otras tres salas, en la que los condenados pueden hablar con religiosos y dar un testamento. Además, son informados oficialmente acerca de su ejecución por el jefe de la prisión. Además, hay un ambiente desde donde los fiscales observan la ejecución.