Las mujeres «con curvas» pueden tener hijos más inteligentes debido al alto contenido de ácido de las grasas poliinsaturadas que se encuentran en las caderas y que son de suma importancia para el desarrollo del cerebro en el feto.
Así lo reveló en 2007 un estudio que publicará la revista oficial de la Evolution and Human Behaviour Society (Sociedad para la Evolución y el Comportamiento Humano) que ha sido realizado por las universidades de Pittsburgh (Pensilvania) y de California.
De acuerdo con un extracto del estudio difundido, en distintas pruebas cognitivas realizadas a hijos de mujeres con curvas éstos ofrecieron un coeficiente de inteligencia superior al de las madres con caderas estrechas.
El hecho de que los niños hijos de madres con caderas anchas y cintura estrecha ofrecieran notas altas en las distintas pruebas de inteligencia a las que fueron sometidos llevó a que William Lassek, de la Universidad de Pittsburgh, y Steven Gaulin, de California, concluyeran que los fetos se benefician de un suministro rico en ácidos de las grasas poliinsaturadas.
El estudio, que fue llevado a cabo entre 16.000 mujeres y niñas, señala que, en consecuencia, aquellas madres con caderas estrechas carecen de dichos ácidos, y por tanto, sus hijos sufren la falta de esos nutrientes.
El análisis revela que esta puede ser la razón por la cual, según varios estudios, los hombres prefieren las mujeres con curvas.
El informe realizado por Lassek y Gaulin también revela que esta teoría pone de manifiesto por qué los hijos de madres jóvenes ofrecen peores resultados en las distintas pruebas de inteligencia.
Ello se debe a que esas madres adolescentes no tienen suficientes ácidos procedentes de las grasas poliinsaturadas.