Una de las costumbres más conocidas de Semana Santa es la tradición de no comer carne durante el día Viernes, una fecha en que meditamos nuestra fe y reflexionamos mucho sobre nuestros actos.
Los fieles católicos tienen muy claro que hay días en que se debe abstener el consumo de carne. Estos son: miércoles de ceniza, el primer viernes de Cuaresma y el Viernes Santo.
En aquella época, comer carne era una de las costumbres más arraigadas. Lo primero era preparar los alimentos en base a pescado o marisco, dejando de comer carnes rojas.
Los católicos comemos pescados y mariscos en Semana Santa ya que de acuerdo a las »Sagradas Escrituras», los fieles católicos no consumen la carne roja porque representa el cuerpo de Cristo crucificado.
Otra explicación para el no consumo de carne en Viernes Santo es el siguiente: Debemos acostumbrar a nuestro cuerpo a abstenernos de comer algo que realmente deseamos. Por ejemplo, si el día Viernes se nos presenta la posibilidad de comer un trozo de torta apetecible, debemos de evitar caer en esa tentación, pues es una manera de renunciar a llevar a cabo cosas que añoramos.
Sin embargo, hay otra explicación: La abstinencia es importante pues en esa fecha, los seguidores de Cristo no deben dudar en alejarse de la exageración de cualquier tipo de consumismo. Es bueno saber que pueden moderarse o privarse de realizar cosas que los entretengan como ver televisión o comer hasta quedar satisfechos. Resumido en una sola palabra: »Moderación».