4 apuestas latinoamericanas por integrar el videojuego en las aulas

A medida que la tecnología avanza se acerca más a las personas. Se puede acceder a Internet en una amplia gama de dispositivos que son cada vez más cómodos y fáciles de transportar, lo que facilita que la tecnología esté presente en las actividades cotidianas de las familias de una forma natural.

Uno de los sectores que ha ampliado su público objetivo es el de los videojuegos, que han dejado de ser una forma de entretenimiento para niños y adolescentes para ser una opción de ocio también para los adultos. La tecnología móvil permite la presencia de los videojuegos en entornos en los que hace algunas décadas no se creía posible, entre ellos la educación.

Cada vez son más quienes promueven el uso del videojuego y de las mecánicas propias del mismo en las aulas. Los beneficios que ofrecen son múltiples:

  • Hace del aprendizaje una experiencia divertida.
  • Fomenta el compañerismo y la buena relación entre compañeros de clases.
  • Mantiene alta la motivación y la implicación de los estudiantes en as actividades propuestas en el aula.
  • Promueve una forma práctica de resolver los problemas y de aprender nuevos conocimientos.
  • Trabaja la creatividad y la imaginación de los estudiantes.

Por estos motivos son cada vez más las iniciativas creadas para implantar en el aula nuevas técnicas de enseñanza, que incluyan el videojuego y sus mecánicas para desarrollar nuevas formas de acercarse al aprendizaje. En Latinoamérica estas son cuatro de las más interesantes:

1.     Los juegos educativos del Grupo Avatar

El Grupo Avatar fue creado por un grupo de investigadores, profesores y estudiantes de la Universidad Católica del Perú, para crear tecnologías para la formación basadas en los videojuegos educativos.

Entre los trabajos más interesantes que han desarrollado están El Pez Dorado, un juego en el que se refuerza el aprendizaje sobre arqueología y La Rebelión del Cusco, un juego creado para conmemorar los 200 años de la Independencia del Perú y que hace del aprendizaje de la historia una experiencia interactiva, interesante y divertida.

2.     Kodu, el lenguaje de programación para niños

Kodu es un lenguaje de programación pensado para que los niños puedan programar sus propios video juegos educativos. No solo fomenta el aprendizaje de conceptos de una forma amena, sino que propone que sean ellos mismos los que creen las plataformas a través de las que aprenderán dichos conceptos, trabajando la capacidad de pensar cómo conseguir un objetivo a través del desarrollo de un proyecto.

3.     El aprendizaje tiene recompensas con Qranio

Qranio propone a los niños retos que deberán resolver y ofrece recompensas que pueden canjearse por premios reales. Dentro de esta plataforma se propone que los niños puedan jugar y aprender de forma individual, grupal o compitiendo con otros compañeros. Es una iniciativa excelente que combina la educación con los videojuegos con una interfaz clara y muy atractiva para niños y jóvenes.

4.     Creápolis, la ciudad virtual donde aprender es divertido

Siguiendo el estilo de Second Life o os Sims, Creápolis es una ciudad virtual pensada para los niños y para la educación. Dentro de la ciudad virtual, estudiantes y profesores construyen juntos un mundo en el que poder aprender y relacionarse con los demás a cualquier hora y desde cualquier lugar, fomentando la visión de que el aprendizaje no es solo una actividad para las aulas, sino que es una experiencia global que no solo se centra en los libros y las tareas.

Estas son solo cuatro de las muchas iniciativas que han surgido en los últimos años para acercar a los estudiantes a los estudios de forma amena, involucrándolos en cada fase del aprendizaje y haciéndolos también creadores de sus propias dinámicas e interacciones, facilitando la adquisición de todos los conocimientos que necesitarán para conseguir el éxito en su vida adulta.

Estas estrategias de aprendizaje no quieren decir que los niños aprenderán otros juegos como de casino, que son para adultos, básicamente se trata de desarrollar destrezas psicomotoras.

Por María José Madarnás, editora de Maternidad Fácil.

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