Cómo bañar correctamente al bebé

Una de las cosas que más preocupa a una madre primeriza es el baño, teniendo la impresión de que no vamos a saber sujetar al bebe, que se va a hundir, etc.

Los primeros días el bebé es tan diminuto que cabe perfectamente en el lavabo y no tiene por qué ser peligroso bañarlo allí si se hace con cuidado.

Antes de iniciar la tarea del baño, colocar a mano todo aquello que se vayas a necesitar: el jabón líquido, la esponja natural (se aconseja utilizar una para la carita y el cuerpo y otra para sus partes intimas) y la toalla para secarle después. La temperatura del cuarto de baño tendrá que estar entre 21 y 27ºC cuando vayas a entrar con el bebé, hay tener cuidado con las corrientes ya que el bebé está desnudo y expuesto a enfriarse con el cambio de temperatura.

El baño les suele relajar, por lo que es bueno bañarles por la noche para predisponerles a dormir. El agua del baño deberá estar a la temperatura adecuada, es decir, caliente pero sin que pueda quemar al niño; poner un poco de jabón líquido, desnudar al bebé sobre las rodillas y meterlo en el agua sujetándolo con el hueco del brazo izquierdo.

Con la mano derecha pasar suavemente la esponja por la carita, con cuidado de que no le entre jabón en los ojos, nariz, boca ni oídos; lavarle también con la esponja la cabeza y el resto del cuerpo; finalmente, con la otra esponja, lavar sus partes intimas (si el bebé tenía el mojado o sucio antes de desnudarlo, habrá que limpiarlo antes de meterlo en el baño). Para limpiar las partes intimas, primero se limpian los genitales y después el trasero, para evitar infecciones, especialmente en las niñas.

Una vez terminado el baño habrá que secarlo bien, poniendo especial cuidado en todos los pliegues del cuerpo, y por último aplicar una crema hidratante que es más recomendable que el aceite.