¿Cómo cuidar a los niños en invierno?

El frío se agudiza y con ello, los catarros y gripes se vuelven frecuentes y los niños no son ajenos a estos malestares, más aún si tenemos en cuenta que ellos son los más propensos a coger infecciones respiratorias.

Para ello, se deben tomar medidas para prevenir las infecciones respiratorias y en especial, para darles pelea una vez que aparecen.

1. Evitar lugares cerrados y con alta densidad de población:

El hacinamiento facilita la transmisión de los microbios productores de varias enfermedades como gripe, laringitis, otitis, catarros, amigdalitis y neumonía. El niño, debe realizar sus actividades con normalidad, pero debe evitar el contacto con personas con tos, fiebre o diarrea.

2. No excederse en la calefacción:

Encender la calefacción en días intensos de frío siempre es una buena opción, pero sobrepasar los 22 grados reseca el aire y también las secreciones de la nariz y las vías respiratorias, elementos importantes para limpiar de gérmenes el aire.

3. Humidificar el aire:

Como la calefacción reseca el aire, se debe hacer algo para contrastar ese efecto. Basta con poner recipientes con agua en la habitación de está el niño.

4. Mantener hidratado al niño:

Una buena hidratación es importante para que el sistema inmunológico funcione de manera correcta. Para ello, al niño se le debe ofrecer agua de manera constante, aunque la rechace, pues el consumo de líquido debe ser frecuente.

5. Ofrécele zumos y frutas:

No conviene forzar al niño a comer, pero lo mejor que se puede hacer es ofrecerle zumos y frutas que contienen vitaminas. Otra opción es el yogurt, pues ayuda a mantener la flora intestinal, alterada por las infecciones o por el uso de antibióticos.

6. Enseñar a toser:

La tos es el mecanismo principal para limpiar las vías respiratorias de los mocos y flemas, pero muchos niños no saben cómo hacerlo. Eso sí, nunca le dé jarabes para la tos, pues ésta es necesaria para la curación.

7. Ropa de abrigo adecuada:

Si hace mucho frío, se recomienda ponerle al niño un gorro pues en la cabeza se pierde mucho calor. Además, bufanda, guantes y ropa de abrigo en capas, para aumentarlas o disminuirlas según la temperatura, al pasar de espacio abierto a cerrado o viceversa.

Cuando se hace deporte, lo mejor es no llevar demasiado abrigo y que se cambie en cuanto termine. El cuerpo evapora el sudor, quita el calor al organismo y deja el cuerpo frío, lo que facilita las infecciones.

8. Dejar acceso al aire libre:

Pese al frío, deje jugar al niño en la calle o en zonas deportivas. Si está mal, no le apetecerá salir a la calle. Si se lo pide, es que no se encuentra mal, y tenerlo encerrado en casa no va a solucionar nada.

9. Consultar al médico en caso de fiebre elevada:

Si tiene más de 38 grados de fiebre, respiración ruidosa o dificultosa, acuda sin demora al centro de salud más cercano.

10. No es necesario acudir al médico por un simple resfriado:

Si en el niño no se ve nada anormal, más allá de la tos y los mocos, no debe preocuparse por medicarlo. El lavado de nariz con suero salino (agua y sal) es suficiente. El resfriado se curará por si solo en un par de días.