Etapas de alimentación infantil

Una buena alimentación es vital para que le niño crezca sano y fuerte. Comer bien afecta no sólo a su desarrollo físico, sino también a su desarrollo intelectual. Si el niño tiene o no una correcta alimentación durante los primeros años de vida, puede tener un efecto profundo en su salud, así como en su habilidad para aprender, para comunicarse con los demás, pensar analíticamente, socializarse efectivamente, adaptarse a nuevos ambientes y personas y sobre todo, a su rendimiento escolar. Una buena alimentación puede influir notablemente en su futuro.

Una buena nutrición y la práctica de ejercicio es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida. La ingesta de nutrientes es distinta en función de las distintas etapas de su evolución.

Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden impedir el desarrollo de la conducta, el cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad en el trabajo.