Ojo con la postura de los niños al sentarse en los colegios

Cada vez que el año escolar  se inicia  hay un tema que  tener en cuenta, si de la salud de los niños se trata, es la postura de los niños al sentarse en su escritorio o mesa de trabajo.

En los últimos años, se han reportado varios casos de dolor de espalda en los escolares, niños y adolescentes, como consecuencia de la mala postura el sentarse, tanto en el aula como en el hogar, cuando realiza las tareas escolares.

De acuerdo a cifras brindadas por el área de Ergonomía del Instituto Nacional de Salud, los niños pasan en la escuela alrededor de mil horas por año sentados frente a su escritorio o mesa de trabajo, por lo que una mala postura constituye un factor de riesgo para su columna vertebral.

La forma de caminar, de permanecer de pie, de estar sentado, de transportar la mochila, sean correctas o incorrectas, contribuyen a mantener una estática corporal buena o mala.

La educación postural en los estudiantes es muy importante, pues ellos se encuentran en una etapa de crecimiento donde las actividades que realizan, van a repercutir especialmente en su estructura corporal.

Algunas recomendaciones son las siguientes:

  • Sentarse adecuadamente
  • En clase o al realizar las tareas en casa deben mantener una postura erguida y alineada.
  • La postura correcta es cuando el niño puede apoyar los pies en el suelo y mantener las rodillas al mismo nivel o por encima de las caderas. Si los pies no llegan al suelo, colocar un taburete para posarlos.
  • Mantener la espalda recta y apoyada firmemente en el respaldo de la silla.
  • Ocupar todo el asiento con los glúteos.
  • Evitar los giros parciales repetidos, es preferible girar todo el cuerpo a la vez.
  • Antebrazos apoyados en la mesa formando ángulo recto con los brazos.

Delante de la computadora

  • La pantalla debe estar a unos 45 centímetros de distancia (ojo – pantalla), y la altura debe estar al nivel de sus ojos o ligeramente por debajo.
  • El teclado debe estar bajo, para no levantar los hombros y para poder apoyar los antebrazos en la mesa.
  • La inclinación del teclado sobre la mesa no debe superar los 25º.
  • Las muñecas y los antebrazos deben estar rectos y alineados con el teclado.
  • Si usa prolongadamente el ratón (mouse) se debe alternar cada cierto tiempo la mano (derecha e izquierda)
  • La iluminación debe ser natural y en todo caso se deben evitar los reflejos en la pantalla.

Al escribir en la pizarra

Deberán hacerlo a una altura adecuada (evitar escribir demasiado alto o muy bajo, ya que lleva a adoptar posturas forzadas para la columna).

Al escribir/ leer

Al escribir y leer, se deberá mantener una postura erguida y alineada evitando inclinar demasiado la espalda y cuello.

Al estar sentados con una mesa de trabajo delante, hay que procurar que ésta esté próxima a la silla. Así evitaremos tener que inclinarnos hacia adelante. Es importante que el tamaño sea adecuado a la estatura, evitando especialmente las mesas bajas que obligan a permanecer encorvado.

Se considera un tamaño adecuado si el tablero de la mesa nos llega, una vez sentados, a la altura del esternón.

Evitar los asientos blandos, los que no tengan respaldo y aquéllos que nos quedan demasiado grandes o pequeños. Igualmente, se evitará sentarse en el borde del asiento, ya que deja la espalda sin apoyo, o sentarse inclinando y desplazando el peso del cuerpo hacia un lado.

Evitar las posturas demasiado erguidas (militar) o relajadas de la columna.

Para levantarse de una silla, primero apoyar las manos en el reposa brazos, borde del asiento, muslos o rodillas; luego, desplazarse hacia el borde anterior del asiento, retrasando ligeramente uno de los pies, que sirve para apoyarnos e impulsarnos para levantarnos. Debemos evitar hacerlo de un salto, sin apoyo alguno.

Para sentarse usar los apoyos y dejarse caer suavemente. No hay que desplomarse sobre el asiento

Para vestirse se procurará estar sentado para ponerse los calcetines y zapatos, elevando la pierna a la altura de la cadera o cruzándola sobre la contraria, pero manteniendo la espalda recta. Para atarse los pasadores de los zapatos, agacharse con las rodillas flexionadas, elevar el pie y apoyarlo en un taburete o silla.

Cuidado con la alimentación de los niños en Navidad

La Navidad es también una época del año en que se debe cuidar a los niños con la alimentación. Ellos, pueden correr riesgos de intoxicación debido al exceso en las comida o la combinación de ellos.

Lo ideal en este tiempo, es buscar un equilibrio en la dieta navideña, por lo que es importante seguir algunos consejos durante estos días:

Frutas. Cinco porciones de frutas al día como alternativa de postres (pinchos de uvas o fresas con queso), según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Proteínas. Igualmente, fuentes de proteína como lácteos y sus derivados, huevos bien cocidos, carnes magras y frescas, pollo sin piel y pescado, preferiblemente de mar.

No embutidos. Hay que tener cuidado con embutidos mal conservados, salsas ricas en grasa y azúcares mal preservados, alimentos recalentados, productos vencidos, comida de mar y frutas y verduras que no se mantienen en condiciones óptimas.

La comida y la bebida no deben ser el centro de las fiestas. Lo importante es compartir con los seres queridos las tradiciones navideñas.

Es indispensable tratar de compensar el exceso de calorías ingeridas en las fiestas con alguna actividad física de grupo (baloncesto, fútbol, voleibol), una caminata, nadar o bailar en las celebraciones.

Es recomendable que los niños no vayan con el estómago vacío a una comida o cena, pues así les será más difícil controlar el tipo y la cantidad de alimentos que ingieren.

El consumo de agua y líquidos bajos en calorías (lácteos descremados, sopas de verduras, jugos naturales…) es esencial. Ayuda a tener saciedad, a estar hidratado y a regular el tránsito intestinal, el cual puede estar alterado debido al cambio de hábitos alimenticios y el consumo excesivo de grasa.

Deportes ideales para niños pequeños

Entre los 03 y los 06 años, los niños pueden tener su primer contacto con el deporte. Pero, se debe tener en cuenta que es poco probable que acaten las reglas, pero lo importante es que aprendan y se diviertan con actividades que impliquen movimiento.

¿Cuáles son los beneficios del pre deporte?

El Deporte para los niños ayuda a los más pequeños a desarrollar su motricidad, la coordinación, el control de las posturas y el equilibrio. Además, da unos patrones básicos que les servirán en la práctica de cualquier deporte cuando sean mayores.

Los juegos pre deportivos mejoran la percepción, el sentido del equilibrio y el ritmo de los niños con ejercicios como saltar, girar, desplazarse, trepar, llevar objetos, etc.

Estas actividades son importantes para el aprendizaje de las habilidades sociales, pues fomentan la relación del niño con sus compañeros, les permiten experimentar la integración en un grupo y aprenden reglas de juego que deben aceptar.

Además, es importante que los responsables de guiarlos en los ejercicios, los cambien constantemente de rol dentro del juego. Por ejemplo, para que todos los niños se relacionen entre sí y desempeñen todas las funciones posibles (perseguidor y perseguido, portero y goleador…).

¿Qué deportes son ideales en esta etapa?

Artes Marciales: Las artes marciales contribuyen al desarrollo físico y emocional del niño y le enseñan disciplina y respeto. Fomentan las relaciones sociales y la concentración. El taekwondo puede iniciarse a los 4 años.

Pre-Tenis: A partir de los cuatro años, el niño puede ir practicante este deporte con materiales adaptados y sin necesidad de competir.

Ballet: A partir de los cuatro años, las niñas pueden aprender a controlar sus movimientos, potencia. flexibilidad y resistencia. Fomenta la aceptación de desafíos y expresividad.

Natación: A partir de los tres años, el niño puede empezar a nadar solo. Esta disciplina le aporta seguridad, mejoras en la psicomotricidad y fortalece su capacidad respiratoria.

Juegos de Grupo: Se empiezan a practicar a partir de los cuatro y les ayudar a aprender las habilidades sobre cómo botar un balón o tirar a la portería. Incluye fútbol, basket y voley.

Consejos para educar con disciplina a nuestros hijos

Para educar de manera eficaz a nuestros hijos debemos marcar las reglas en casa con el objetivo de cumplirlas. El secreto es hacerlo de manera coherente y con firmeza. Una de las consecuencias educativas de una falta de habilidad a la hora de establecer las normas y de marcar los límites puede ser la falta de respeto, que se produce cuando hablamos demasiado, exageramos en la emoción, y en muchos casos, nos equivocamos en nuestra forma de expresar con claridad lo que queremos o lo hacemos con demasiada autoridad.

Cuando necesitamos decir a nuestros hijos que deben hacer algo y «ahora» (recoger los juguetes, irse a la cama, etc.), debemos tener en cuenta algunos consejos básicos:

1. Objetividad. Es frecuente escuchar en nosotros mismos y en otros padres expresiones como «Pórtate bien», «sé bueno», o «no hagas eso». Estas expresiones significan diferentes cosas para diferentes personas. Nuestros hijos nos entenderán mejor si marcamos nuestras normas de una forma más concreta. Un límite bien especificado con frases cortas y órdenes precisas suele ser claro para un niño. «Habla bajito en una biblioteca»; «da de comer al perro ahora»; «agarra mi mano para cruzar la calle» son algunos ejemplos de formas que pueden aumentar sustancialmente la relación de complicidad con tu hijo.

2. Opciones. En muchos casos, podemos dar a nuestros hijos una oportunidad limitada para decidir como cumplir sus «órdenes». La libertad de oportunidad hace que un niño sienta una sensación de poder y control, reduciendo las resistencias. Por ejemplo: «Es la hora del baño. ¿Te quieres duchar o prefieres bañarte?». «Es la hora de vestirse. ¿Quieres elegir un traje o lo hago yo? Esta es una forma más fácil y rápida de dar dos opciones a un niño para que haga exactamente lo que queremos.

3. Firmeza. En cuestiones realmente importantes, cuando existe una resistencia a la obediencia, nosotros necesitamos aplicar el límite con firmeza. Por ejemplo: «Vete a tu habitación ahora» o «¡Para!, los juguetes no son para tirar» son una muestra de ello. Los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos, y un gesto serio en el rostro. Los límites más suaves suponen que el niño tiene una opción de obedecer o no. Ejemplos de ligeros límites: «¿Por qué no te llevas los juguetes fuera de aquí?»; «Debes hacer las tareas de la escuela ahora»; » Vente a casa ahora, ¿vale?» o «Yo realmente deseo que te limpies». Esos límites son apropiados para cuando se desea que el niño tome un cierto camino. De cualquier modo, para esas pocas obligaciones «debe estar hecho», serás mejor cómplice de tu hijo si aplicas un firme mandato. La firmeza está entre lo ligero y lo autoritario.

4. Acentúa lo positivo. Los niños son más receptivos al «hacer» lo que se les ordena cuando reciben refuerzos positivos. Algunas represiones directas como el «no» o «para» dicen a un niño que es inaceptable su actuación, pero no explica qué comportamiento es el apropiado. En general, es mejor decir a un niño lo que debe hacer («Habla bajo») antes de lo que no debe hacer («No grites»). Los padres autoritarios tienden a dar más órdenes y a decir «no», mientras los demás suelen cambiar las órdenes por las frases claras que comienzan con el verbo «hacer».

5. Guarda distancias. Cuando decimos «quiero que te vayas a la cama ahora mismo», estamos creando una lucha de poder personal con nuestros hijos. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: «Son las 8, hora de acostarse» y le enseñas el reloj. En este caso, algunos conflictos y sentimientos estarán entre el niño y el reloj.

6. Explica el por qué. Cuando un niño entiende el motivo de una regla como una forma de prevenir situaciones peligrosas para sí mismo y para otros, se sentirá más animado a obedecerla. De este modo, lo mejor cuando se aplica un límite, es explicar al niño porqué tiene que obedecer. Entendiendo la razón, los niños pueden desarrollar valores internos de conducta o comportamiento y crear su propia conciencia. Antes de dar una larga explicación que puede distraer a los niños, manifiesta la razón en pocas palabras. Por ejemplo: «No muerdas a las personas. Eso les hará daño»; «Si tiras los juguetes de otros niños, ellos se sentirán tristes porque les gustaría jugar aún con ellos».

7. Sugiere una alternativa. Siempre que apliques un límite al comportamiento de un niño, intenta indicar una alternativa aceptable. Sonará menos negativo y tu hijo se sentirá compensado. De este modo, puedes decir: «ese es mi pintalabios y no es para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel para pintar». Otro ejemplo sería decir: «no te puedo dar un caramelo antes de la cena, pero te puedo dar un helado de chocolate después». Al ofrecerle alternativas, le estás enseñando que sus sentimientos y deseos son aceptables. Este es un camino de expresión más correcto.

8. Firmeza en el cumplimiento. Una regla puntual es esencial para una efectiva puesta en práctica del límite. Una rutina flexible (acostarse a las 8 una noche, a las 8 y media en la próxima, y a las 9 en otra noche) invita a una resistencia y se torna imposible de cumplir. Rutinas y reglas importantes en la familia deberían ser efectivas día tras día, aunque estés cansado o indispuesto. Si das a tu hijo la oportunidad de dar vueltas a sus reglas, ellos seguramente intentarán resistir.

9. Desaprueba la conducta, no al niño. Deja claro a tus hijos que tu desaprobación está relacionada con su comportamiento y no va directamente hacia ellos. No muestres rechazo hacia los niños. Antes de decir «eres malo», deberíamos decir «eso está mal hecho» (desaprobación de la conducta).

10. Controla las emociones. Los investigadores señalan que cuando los padres están muy enojados castigan más seriamente y son más propensos a ser verbalmente y/o físicamente abusivos con sus niños. Hay épocas en que necesitamos llevar con más calma la situación y contar hasta diez antes de reaccionar. La disciplina consiste básicamente en enseñar al niño cómo debe comportarse. No se puede enseñar con eficacia si somos extremamente emocionales. Delante de un mal comportamiento, lo mejor es contar un minuto con calma, y después preguntar con tranquilidad, «¿que ha sucedido aquí?». Todos los niños necesitan que sus padres establezcan las guías de consulta para el comportamiento aceptable. Cuanto más expertos nos hacemos en fijar los límites, mayor es la cooperación que recibiremos de nuestros niños y menor la necesidad de aplicar consecuencias desagradables para que se cumplan los límites. El resultado es una atmósfera casera más agradable para los padres y los hijos.

Fuentes consultadas:
Teach your child to behave disciplining with love from 2 to 8 years. Autor: Charles E. Schaefer, Ph.D., profesor de Psicología y director del Centro de Servicios Psicológicos en la Universidad de Fairleigh Dickinson.

guiainfantil.com

Los niños caprichosos

Los niños caprichosos son fáciles de identificar debido a las típicas conductas que podemos encontrar en ellos: tirar juguetes, pegar o empujar a otros niños, desorganizar un grupo y no participar en diversas actividades grupales.

Estos niños, por su actitud, generan rechazo en los demás. Este comportamiento, puede ser producido por factores varios como carencias de afecto, falta de límites, estimulación y atención, violencia verbal o física en el hogar o en el ámbito en que se desarrollan.

El tratamiento adecuado a la edad y problemática del niño caprichoso, podrá ser atenuado con la labor colaborativa de padres y profesionales, contando con la compañía del entorno familiar, social, educativo y por momentos pedagógico. La indiferencia genera conflictos mayores como mentiras y hasta delincuencia y alcoholismo.

Utilizar el ‘no’ no es un trauma y no implica la frustración en la que estaba haciendo sino una responsabilidad nuestra como adulto frente a una situación peligrosa o indebida para su edad.

Tienes que tener en cuenta si rechazan límites, no quieren participar de juegos en grupo y si lo hacen, solo les interesa ganar. Esos son indicios de que algo no funciona bien.

Como padre debes guiar en el camino de la vida de tus hijos donde el diálogo, el abrazo, el compartir sean un puente al descubrimiento del vínculo sano y humano.

Cómo lidiar con el TDAH en niños

La hiperactividad con déficit de atención (THDA) es un trastorno conductual, se caracteriza por desatención, comportamiento impulsivo, actividad excesiva, este padecimiento afecta a los niños en edad escolar y continúa a lo largo de la vida, en algunos casos los síntomas se aminoran con la edad.

Se produce con más frecuencia en varones que en niñas. Se desconoce las causas del problema, pero se sabe que puede ser hereditario.

Síntomas

No puede enfocarse y prestar atención.
Problemas para seguir instrucciones como si no escuchara.
Cuando se le habla directamente parece distraído.
Continuo movimiento, no puede permanecer sentado.
Es olvidadizo.
Demasiado hablador.
No controla su necesidad de moverse incluso en situaciones inapropiadas.
Es impulsivo
Se entromete en juegos o conversaciones.

Aunque muchos niños presentan este tipo de comportamiento y suele ser natural a temprana edad, si el niño tiene varios de estos síntomas y afecta el desempeño académico y su salud o su comportamiento sea vuelve inmanejable por parte de los padres, es necesario consultar con un pediatra.

Tratamiento

El diagnóstico se realiza haciendo exámenes médicos y descarte de otros problemas. El tratamiento puede ser farmacológico y psicoterapia conductual, la combinación de ambos suele ser es el más efectivo según expertos. El tratamiento farmacológico incluye medicamentos estimulantes como el metilfenidato y los no estimulantes como atomoxetina.

También es recomendable la terapia familiar para lidiar con el estrés.

Recomendaciones para ayudar al niño

Ser afectuoso con el niño.
Tratar de mejor la disciplina.
Ofrecerle actividades como arte, música, lecciones de artes marciales.
Ayúdelo a que aprenda a organizarse, proporciónele un cuaderno donde pueda anotar sus tareas diarias, mantenga el ambiente ordenado. Mantenga una rutina diaria.
El niño debe descansar, no debe fatigarse demasiado ya que esto aviva los síntomas del TDAH.
Tenga paciencia con el niño, muéstrese calmado para que el niño siga su ejemplo.
Mantenga una relación fluida con los maestros del niño para que puedan apoyarlo.

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La tensión de los exámenes finales en los niños

Entramos al mes de Diciembre y las clases escolares están a punto de finalizar. Es una etapa determinante, pues los niños entran a la tensión de los exámenes finales y son presa fácil del nerviosismo acerca de su rendimiento escolar.

¿Pasan o no de año? Esa es la gran pregunta que se realizan padres e hijos al llegar a tan decisiva etapa del año. Por ello, es importante que los escolares estén debidamente preparados para afrontar quizás, el reto más importante del año escolar.

Es importante tener en cuenta que los alumnos deben disponer de una buena organización de su tiempo, empleando técnicas y métodos de estudio que garanticen un correcto aprendizaje de las asignaturas.

Estudiar durante los últimos días, a poco de los exámenes no es una buena recomendación. Por ello es importante planificar el calendario de estudio de cada asignatura, distribuir de manera correcta los temas y procurar en lo posible no dejar nada para el final.

Para una correcta organización, es de utilidad una agenda o almanaque donde se marquen las jornadas dedicadas al estudio de cada curso. Ahora, eso no implica que el alumno se imponga horarios o contenidos demasiado amplios, por lo que se recomiendan períodos máximos de 45 minutos, seguido por un breve espacio para el descanso para luego continuar con el aprendizaje.

Otra recomendación es revisar anteriores exámenes de los niños para poder analizar los errores cometidos en dicha prueba. Seguir con atención si el alumno respondió a todas las preguntas o si dejó algunas incompletas para evaluar si es necesario trabajar un poco más en la concentración al momento de desarrollar el examen.

El alumno puede optar por realizar resúmenes y mapas conceptuales para que la retención de los conceptos sea más sencilla y tener condensados los puntos más importantes.

El día anterior al examen, el niño no se debe quedar estudiando hasta la madrugada. Quizás ello ayuda a acumular su ansiedad, cuando lo que realmente necesita es tranquilidad y descanso para afrontar la prueba.

Puede sonar algo exagerado, pero la alimentación también juega su partido. El niño debe evitar dietas drásticas y la comida chatarra y lo que debe hacer es alimentar de manera idónea el cerebro, comando jugos de frutas, alimentos con vitaminas y mucha agua para mantenerse hidratado.

El humo de tabaco causa daño en los niños

Es tiempo de crear conciencia sobre los peligros que genera  este vicio no solo en los fumadores activos, sino también en los pasivos donde se destacan la presencia de niños.

El humo de los cigarrillos contiene miles de partículas químicas que pueden ocasionar muchas enfermedades, entre ellas 17 tipos de cáncer.

Ese humo que inhalan los niños como fumadores pasivos, es el peor y el más peligroso de los irritantes que puede haber en ellos, debido a que sus sistemas respiratorio y de inmunización, no se han desarrollado del todo.

El sistema respiratorio termina por desarrollarse aproximadamente a los tres años de edad, por lo que se explica que el humo del cigarrillo afecta elcrecimiento y desarrollo de habilidades de los menores.

Los niños fumadores pasivos son muy susceptibles y pueden crear un alto riesgo de infecciones en los oídos, bronquitis, alergias, asma y neumonía. Cuando ocurren este tipo de enfermedades, es más complicado controlarlas y recuperarse de ellas, porque pueden llegar a ser crónicos o recurrentes, necesitando de cirugías en algunos casos.

Por lo general, las vías respiratorias de los niños son muy estrechas, lo que los hace sensibles al humo del tabaco, que hace que enfermen más a menudo y corre el riesgo de padecer las citadas enfermedades y molestias como picor de ojos y dolor de cabeza.

Todos los padres deben tener presente, que las múltiples sustancias nocivas que constituyen el humo del cigarrillo, tiene efectos en males cardiovasculares, neoplásicas y cuyo mayor impacto se da en la niñez. Antes de prender un cigarrillo, los padres de familia deben pensar en lo que podrían causar a sus hijos si continñuan con ese vicio y el costo que les generará los posibles males que provoquen.

Algunos consejos para proteger a los niños del humo del tabaco:

  • Deje de fumar, si lo hace. Consulte a su médico por ayuda si así requiere. Hay muchos productos farmacéuticos disponibles que pueden ayudar a dejarlo. Usted debe ser un buen ejemplo para los niños.
  • Si vive con fumadores, ayúdelos a dejar ese mal hábito.
  • Pida a los fumadores que vivan en su casa y a sus visitas, que fumen fuera de su lugar.
  • No permita que fumen en el automóvil.
  • Asegúrese que no se fume en el nido o en los colegios.
  • Converse con sus hijos sobre los daños que causa el humo de tabaco y anímelos a no adoptar nunca el hábito del consumo de cigarrillos.

 

 

Todo lo que debemos saber sobre los dientes en los niños

Aparición de los Primeros Dientes

La dentición o la aparición de los primeros dientes del bebe, por lo general comienza a los 6 meses de edad. Los primeros en aparecer son los incisivos centrales inferiores y en un riguroso orden continúan saliendo los demás, en total 20 dientes.

Es a los 30 meses de nacido, es decir, aproximadamente cuando el bebé cumpla dos años y medio, cuando tendrá sus dientes de leche completos y no quedará ningún espacio en su dentadura.

Pero, ¿cuándo es que los niños cambian los dientes de leche por los permanentes?

Los niños cambian los dientes de leche por los permanentes entre los 6 y 8 años de edad. En esta etapa se reemplazarán los cuatro incisivos superiores e inferiores y las muelas de los seis años.

En esta primera fase del cambio de dientes, ocurre un hecho importantes que es la aparición del primer molar permanente, el cual erupciona por detrás de las muelas de leche. Como no le precede la caída de ningún diente, esta salida puede pasar desapercibida.

Entre los 10 y 12 años, continuará el cambio del resto de los dientes, salvo las muelas del juicio que harán su aparición mas tarde, cuando la persona este en edad adulta.

Higiene dental

¿Cuándo hay que empezar a limpiarles los dientes a los niños?

La higiene dental debería empezar a realizarse tan pronto cómo salen los primeros dientes (con una gasa humedecida en suero ó agua) y a medida que la dentición se completa se pueden ir introduciendo progresivamente los cepillos dentales y la pasta dentífrica.

¿Cómo se cepillan los dientes?

Se recomienda el barrido horizontal, que es fácil de aprender por los niños. Consiste en cepillar todas las superficies dentales(caras internas y externas) con movimientos horizontales muy cortos (de atrás hacia delante) y con una suave presión para eliminar los restos de alimentos.

¿Cuántas veces al día hay que realizar la higiene dental?

Al menos dos veces al día: una por la mañana y otra por la noche antes de ir a dormir. Hasta los tres años serán los padres quienes realicen la limpieza bucal de sus hijos, a partir de esa edad y a medida que el niño crece la responsabilidad irá pasando al niño, siempre bajo supervisión de los padres.

¿Cómo tiene que ser el cepillo?

Se debe utilizar un cepillo pequeño (1,5cm) para que pueda llegar a todas las partes del diente.

Maloclusión dental

Es la posición inadecuada de los dientes que produce un ajuste incorrecto al cerrar la boca. Además de resultar poco estético, esto ocasiona un defecto de la masticación pudiendo llevar con el tiempo a alteraciones en las articulaciones mandibulares que son dolorosas

¿Cómo se puede prevenir?

Alimentación: se debe evitar la ingesta exclusiva de dietas blandas, ya que se alteraría el desarrollo muscular perifacial con la aparición de alteraciones en el desarrollo de los huesos si los músculos relacionados con la masticación no están plenamente desarrollados

Determinados hábitos del niño pueden contribuir a la aparición de maloclusiones: uso del chupete después de los tres años; la succión de los dedos (el pulgar suele ser el más frecuente); el empuje de la lengua; el mordisqueo: labial, de uñas, de lápices; la respiración bucal.

Estudio reveló que serie infantil »Bob Esponja» genera desatención en los niños

En 2011, un estudio de la Academia de Pediatría de Estados Unidos, recomendó limitar la exposición de la serie infantil »Bob Esponja» al ser dañino para la salud de los pequeños menores de cuatro años al »generar déficit de atención».

«En una caricatura estamos hablando de un promedio de 22 minutos de acción, por lo que un niño más pequeño ante un programa completo puede recibir más daño. La exposición a los medios constituye un asunto de salud pública», aseguró Dimitri Christakis, especialista en desarrollo infantil del Hospital del Niño de Seattle quien escribió un editorial que acompaña al estudio.

Sin embargo, David Bittler, portavoz del canal de televisión Nickelodeon, refutó los resultados y destacó que «Bob Esponja» está dirigido a niños de 6 a 11 años de edad y no a los niños de cuatro años con los que se realizó el estudio. Según la investigación coordinada por Angeline Lillard, de la Universidad de Virginia, algunos programas de televisión pueden causar mayores daños que otros y generar déficit de atención y problemas de aprendizaje en los niños.

El estudio:

Al menos 60 niños menores de cuatro años fueron seleccionados al azar, divididos en tres grupos y durante el mismo lapso, se les proyectó respectivamente »Bob Esponja», el cartón de la televisión pública «Caillou» y al tercer grupo se les dieron lápices para dibujar.

Luego se analizó su atención en pruebas de funciones mentales.

Los niños que las imágenes veloces «Bob Esponja» tuvieron peores resultados que los que dibujaron y conducta acelerada.

En cambio, éstos y los que vieron «Caillou», una caricatura más lenta y realista, no presentaron diferencias.

Además a los niños se les ofreció comida después de la prueba y el primer grupo esperó dos minutos y medio en promedio para comer, mientras que los otros esperaron al menos cuatro minutos.

La investigación concluye que es responsabilidad de los padres evitar que sus hijos vean programas de televisión muy rápidos ya que propician el deterioro inmediato de la función ejecutiva de los niños.

«No recomendaría que vieran esos programas antes de asistir a la escuela o en cualquier etapa en que se espere que presten atención y aprendan», finalizó.

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