Una de las etapas más complicadas para los padres de familia, es el de implantar en sus hijos la adquisición de un adecuado desarrollo del lenguaje oral y del escrito.
Para ello, no basta con escribir letras una y otra vez. El secreto, es instruirlos en el hábito de la lectura.
El libro es el ingrediente perfecto para el conocimiento, pues ayuda a desarrollar la capacidad intelectual, imaginativa y creativa de los niños, quienes entran en la gran aventura del saber.
Se recomienda iniciar en la lectora a los niños a partir de los dos años de edad, aunque desde los cinco o seis meses ya se pueden presentar a los hijos libros adecuados a su nivel, como si fuera un juguete para que comiencen a manipularlos y lograr una familiaridad con ellos.
El interés por la lectura infantil se debe inculcar de manera constante desde que son bebés, para que se convierta en un hábito durante el crecimiento del niño. Existen libros adecuados para todas las edades, por ejemplo para los bebés existen libros acolchados con michas imágenes y animaciones para que puedan ser manoseados por los más pequeños sin que se malogren.
Para los niños de dos años en adelante, hay libros con imágenes y vocabulario básico para que se familiaricen con las letras, números y formas. Para los niños que ya saben leer, los libros con texto e ilustraciones son los más recomendados para que descubran sus primeros cuentos.
Son muchos los beneficios que nos da la lectura y lleva al niño a querer leer más cada día y contribuye al desarrollo de sus actividades intelectuales, artísticas y creativas. Asimismo, permita desarrollar su sentido crítico y crea alternativas de diversión distintas a la televisión y los videojuegos.
Los comentarios están cerrados.