Siempre se tiene presente que los perros son animales valientes y bravíos y que son capaces de defender a la familia y el hogar. Pero, al igual que los humanos, ellos también pueden sentir temor y ese defecto se puede superar.
Se pueden dividir dos temores en los perros: el social o el temor a los objetos inanimados como tormentas, cohetes o vehículos.
Temor social:
Los perros pueden temer a las personas, a otros perros o a otros animales si no reciben una sociabilización adecuada o si vivieron una traumática experiencia. Esto ocurre si el perro vive aislado y no tiene contacto con personas u otros animales durante el periodo de sociabilidad o más allá.
También podemos catalogar a los perros que hayan sufrido una experiencia traumática y que genera huida apenas ven a alguien. Y no necesariamente debe ser la propia persona que los destrató, la que interactúe con ellos.
Temor a objetos inanimados:
Los temores hacia objetos inanimados son frecuentes en los perros, como el miedo a los cohetes en épocas de fiestas navideñas y a los truenos. Este temor aparece cuando el perro es aún cachorro y suele empeorar con el tiempo.
Los perros que experimentan temores a los petardos presentan diversas reacciones, pueden mostrarse intranquilos, temblar, gemir, jadear, hasta experimentar un ataque de pánico genuino
¿Cómo actuar ante el temor en los perros?
Los problemas de temor son síntomas de que el perro no se siete bien y por lo tanto, es necesario intentar solucionarlos, por lo que deben ser evaluados correctamente.
Existen técnicas que pueden ayudar a controlar el temor en los perros, pero no se deben aplicar por nuestra propia cuenta. Se debe solicitar supervisión al veterinario.
Para enfrentar el temor a cohetes o truenos, hay dos técnicas básicas:
Terapia curativa: Busca eliminar el temor y para hacerlo, se utiliza la técnica de desensibilización, utilizando grabaciones de truenos y petardos. Esta técnica es compleja y requiere de supervisión veterinaria, aunque no siempre resulta como se espera, incluso puede ocasionar recaídas.
Terapia paliativa: Pretende controlar el temor en lugar de eliminarlo. Se trata de controlar la intensidad de la reacción, mediante el uso de medicamentos, que se le administran al perro en el momento en que aparece el estímulo o un poco antes. Esta terapia requiere rigurosamente control veterinario.
Además, podemos ampliar este proceso con estas medidas:
- No acariciar al perro cuando demuestra temor. Porque esto reafirma la conducta temerosa.
- Acariciar al perro cuando no muestra miedo. Es conveniente aprovechar los momentos en que la tensión afloja y el perro se relaja, para acariciarlo. Con esto le estamos indicando que es más beneficioso no mostrar temor.
- Permitirle la retirada. Es una tendencia natural que el perro busque dónde esconderse cuando siente temor. En ese caso debemos dejarlo permanecer donde se siente a salvo (debajo de la mesa, la cama, detrás del sofá, etc.). no es buena idea forzarlo a salir, esto lo pondría más asustado.