Se sospecha de un perro con rabia cuando muerde sin motivo alguno o presenta cambios en su comportamiento habitual, como por ejemplo desconocer a su dueño, negarse a comer o esconderse.
La mayor frecuencia de los casos de rabia, se debe a que en localidades suburbanas hay una mayor presencia de perros callejeros o con dueños que no asumen su responsabilidad de vacunarlos contra la enfermedad y que permiten que deambulen en las calles.
Si alguna mascota es agredida por un animal silvestre o doméstico, lo recomendable es llevarlo al veterinario para que lo examine y determine la conducta a seguir.
En la vía pública, persiste además la venta indiscriminada de cachorros sin ningún tipo de control sanitario. De 15 casos de rabia, cuatro son transmitidos por cachorros, lo que significa de la necesidad de que la población tome conciencia del peligro que representan los animales pequeños no vacunados.
Es importante motivar a la comunidad para que toda persona agredida por un animal, acuda a una unidad de salud con la finalidad de recibir la atención médica antirrábica integral.
El tratamiento apropiado para la mordedura de un perro es necesario para evitar una posterior infección. En caso de ser mordido, debes permanecer lo más tranquilo posible, permitir que alguien se acerque para que evalue la herida.
Debes mantener la presión sobre la herida si estás sangrando y si es posible, sostiene la herida elevada para frenar la hemorragia.
Limpia la herida cuando el sangrado disminuye, colocándolo bajo el chorro de agua si es posible.
Es importante llamar al médico cuando:
- Has sido mordido en la mano, el pie o la cabeza.
- La mordedura es una herida abierta o profunda.
- Fuiste mordido por un animal salvaje o callejero.
- Fuiste mordido por un animal sin vacunas al día.
- No te has puesto la vacuna contra el tétano en cinco años.
- Si tienes fiebre u otros signos de infección.
- Tienes una enfermedad inmunológica que hará la curación más difícil.
El tratamiento de una mordedura de perro severa, puede requerir suturas y antibióticos. La mayoría de las veces, una herida superficial se deja abierta para sanar con la finalidad de prevenir las infecciones más graves.
Se recomienda poner una pomada antibiótica y un vendaje en la herida si no es grave. Trata la herida dos veces al día y cambia las vendas con seguridad, siguie ese tratamiento hasta que sane la herida.
Busca atención médica inmediata para las heridas con agujeros, huesos rotos, varias mordidas profundas o traumatismo craneoencefálico grave.
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