Yo no quiero ser Presidente [Jaime Bayly]

Anoche comí con un amigo
guapo y encantador
que quiere ser presidente
como muchos otros caballeros
menos guapos por cierto
que también quieren ser presidentes
del mismo vapuleado país
en el que nos tocó nacer

hace casi veinte años
cuando estaba en la universidad
y no había besado a un hombre
ni aspirado cocaína
yo también soñaba con ser presidente
pero ahora me da una flojera infinita
imaginarme siquiera
en tan alta y espesa magistratura
al servicio de mis compatriotas

yo no quiero ser presidente
no quiero ser ministro
no quiero ser congresista
no quiero servir al pueblo
yo sólo deseo fervientemente
servir a mi familia
y a mí mismo

no quiero ser presidente
por un sinnúmero de razones
como por ejemplo
me gusta pecar en secreto
dormir hasta tarde
ir al cine solo
no hablar con nadie un día entero
viajar cada vez menos
no tomar decisiones graves
ni usar calzoncillos
y supongo que un presidente
democrático al menos
debe usar siempre
calzoncillos blancos
e idealmente nacionales
qué pereza ser presidente
despertarse temprano
inaugurar carreteras
romper botellas de champagne
viajar aquí y allá
dar discursos memorables
amar a los pobres
recorrer la patria sin descanso
departir con los ministros
ser muy optimista
tener fe en el futuro
decir cosas sensatas
qué pereza dios mío
ser cinco años seguidos
el ciudadano modelo
el hombre ejemplar
la luz al final del túnel
cuando es tanto más rico
no ser ejemplo de nada
y caminar por la sombra

si yo fuera presidente
tomaría decisiones valientes
como por ejemplo
no ponerme calzoncillos
andar en jeans
dormir la siesta
viajar lo menos posible
ganar un millón al año
manejar mi propio carro
(con un audi me conformo)
dormir en mi casa
hacer fiestas en palacio
nombrar ministras guapísimas
embajadores todos gays
(se lo merecen/lo harían regio)
despedir a los militares
(los detesto/sarta de pillarajos)
jamás asistir a un tedéum
(e incluso hostigar al cardenal)
y terminar mis discursos
con dos frases en inglés
i’m your man
and stay cool

yo no quiero ser presidente
por todo eso y algo más:
porque ser el preferido de la mayoría
es una vulgaridad