No es un secreto que las suegras son los personajes más conflictivos en una persona, aunque hay algunas técnicas para que la relación con la madre de tu pareja no sea una auténtica misión imposible.
En primer lugar comparto un testimonio:
“Me estoy por casar y la mamá de mi novio se mete en cada detalle de la boda. Quiere elegir todo, no deja de criticar y está en contra de lo que digo y hago. Hasta está presente en las peleas de pareja”, cuenta Alejandra, de 27 años.
Hay personas que callan, y otras que gritan a los cuatro vientos cuánto aborrecen a esta figura femenina. Es necesario conocer algunos tipos de suegras:
1) Suegra absorbente, también llamada “madre pulpo”, que muestra sus tentáculos de a poco, disimuladamente hasta que terminan ahogándote. Sus mensajes suelen ser subliminales, con frases como “¿podés?” o “¿te arreglás?”.
2) La víctima, que es la típica que, cuando uno le cuenta una viviencia, a ella siempre le pasó algo peor. Para la experta, lo ideal es no competir con ella en su papel de “pobrecita” porque nada podrá igualarlo.
3) La banquera y bancadora, que son las que cobran su ayuda demasiado cara. Pueden llegar a ser exitosas marketineras salvo cuando se trata de ayudar a su hijo. Son las que suelen prestar dinero para un negocio condenado al fracaso y se pasan la vida echándolo en cara.
4) La narcisista, que busca vivir a través de su hijo y suele depender mucho de él porque se cree legítima merecedora de tal sostén. Tiene la idea fija de que su hijo la va a abandonar.
5) La descalificadora, cuya frase de cabecera suele ser “No vas a poder…” y constantemente emite mensajes pesimistas y desvalorizantes.
Antes de casarse, piénselo muy bien y con la cabeza fría.