Siempre resulta complicado hablar con los niños respecto al Sexo. Desde la típica pregunta ¿Papá, como vine al mundo?, en los adultos se genera un universo en la cabeza en tratar de explicar al inocente niño acerca de la concepción humana.
Ana Westley describe en su libro »Como se hacen los niños» la unión sexual en los siguientes términos: »Para hacer un niño hacen falta dos personas, un hombre y una mujer. Tu madre y tu padre… Para hacer un niño, la semilla del hombre tiene que encontrar el óvulo que ha salido del ovario de la mujer. ¿Cómo puede entrar el esperma del hombre en la matriz de la mujer? Metiendo el pene del hombre en el agujero de la mujer llamado vagina». Según esto, la autora intenta explicar en una forma muy natural, el acto sexual.
Antes de cumplir los 5 años, los niños se centran en su mundo, descuidando lo que sucede alrededor. Ya al llega a esta edad, los cinco años son una etapa perfecta para que los padres aprovechen y logren educar a sus hijos en los que es el sexo, pues en ese momento, surgen en los pequeños todas las interrogantes y dudas sexuales.
El niño es quien toma la iniciativa en estas dudas. La primera interrogante está centrada en los organos genitales y las diferencias entre niños y niñas. Se observan a ellos mismos, se comparan con sus padres e inconscientemente llegan a la conclusión de que los seres humanos se dividen en dos grupos: masculino y femenino. Cuando los niños preguntan sobre su origen, los padres evaden la respuesta, generando un decepción en sus hijos y el disimulo de sus curiosidades.
Los padres no deben dramatizar ante esta situación y las manifestaciones eróticas de los niños. Según investigaciones, los pequeños durante el baño, comienzan a sentir sensaciones satisfactorias y pueden ser sorprendidos tocándose sus propios órganos sexuales y ante este hecho, los padres se escandalizan, se preocupan.
Es muy probable que el niño haya recurrido a la autocomplacencia por aburrimiento o no tener nada mejor que hacer. Conviene que los padres no reaccionen ante este tipo de demostraciones. Estas represiones podrían generar que los niños en su adolescencia y edad adulta padezcan de neurosis y tabúes. No es malo que el niño se toque, ni se le debe regañar. Los mejor para los hijos, es que se distraigan en otros intereses.
Y cuando se pregunta sobre el origen de la vida, los padres no deben responder «esas cosas no te interesan» o «estás muy pequeño para saberlo». Ellos deben tener respuestas claras y precisas como: «la mamá dentro de su cuerpo, tiene un lugar especial que se llama útero, donde se forman los niños. Los niños van creciendo y alimentándose en el interior de mamá por medio del cordón umbilical». Suena un tanto complicado, pero se debe de explicar con la verdad, y sobre todo, llamar a los órganos genitales de acuerdo a su nombre científico como son el pene y la vagina.
La sexualidad ya no debe ser un tema tabú porque forma parte de la vida y armonía entre las parejas, más aún si se trata de introducir a los niños en este universo. Ellos no deben estar privados de explicaciones claras y sobre todo honestas. La enseñanza no despertará apetito sexual alguno, sino que hará que los niños vean estas cuestiones como propias del ser humano. Si pretendemos que en nuestra sociedad, se evite los embarazos no deseados, la educación parte desde el hogar, y mejor aún en los niños.