Consumir vitamina C es una excelente manera de reparar el daño que origina la radiación solar en la piel.
La vitamina C se adquiere a través de frutas, como la naranja, papaya, toronja, fresa, limón, camu camu, kiwi, piña, mango y sandía, puedes consumir como mínimo una fruta diaria o beber un vaso de zumo de cítricos.
Esta vitamina también se halla en verduras como: las coles de bruselas, perejil, tomate, pimientos rojos y verdes, espinacas, nabos verdes, camote.
¿ Por qué es buena para la piel?
La vitamina C estimula el colágeno, que es la proteína que otorga elasticidad a la piel, por lo cual previene la aparición de arrugas, mantiene un tono uniforme en la piel y ayuda a la cicatrización de las heridas.
Otros beneficios
La vitamina C es antioxidante y según algunos estudios ayuda a reparar los daños por el estrés prolongado o por el consumo de cigarrillos.
Esta vitamina, aunque no previene el resfriado, si ayuda en que si lo contraemos sea más corto y de síntomas más leves, también ayuda a reparar y mantener los huesos, cartílagos y dientes y a la absorción de hierro que previene la anemia.
Ingestas de referencia en la dieta para la vitamina C
(Fuente: www.nim.nih.gov)
Los fumadores activos o pasivos deben aumentar la ingesta de vitamina C a 35 mg adicionales. Las mujeres embarazadas, que amamantan y las que fuman necesitan cantidades mayores de vitamina C. Consulte al médico cuál es la mejor cantidad para usted.
Bebés:
0 – 6 meses: 40* miligramos/día (mg/día)
7 – 12 meses: 50* mg/día
*Ingesta adecuada (IA).
Niños:
1 – 3 años: 15 mg/día
4 – 8 años: 25 mg/día
9 – 13 años: 45 mg/día
Adolescentes:
Niñas de 14 a 18 años: 65 mg/día
Adolescentes embarazadas: 80 mg/día
Adolescentes lactantes: 115 mg/día
Niños de 14 a 18 años: 75 mg/día
Adultos:
Hombres de 19 años o más: 90 mg/día
Mujeres de 19 años o más: 75 mg/día
Mujeres embarazadas: 85 mg/día
Mujeres lactantes: 120 mg/día