Puede sonar exagerado para algunos, pero más de tres millones y medio de vidas se pueden salvar gracias a un correcto lavado de manos, lo que evita infecciones a la piel, ojos y la presencia de parásitos intestinales.
El lavado de manos con agua y jabón, una práctica tan simple y cotidiana, puede ser muy útil al »reducir los riesgos de enfermedades diarreicas, y respiratorias, previene brotes epidémicos y disminuye la ausencia escolar y laboral».
El lavado de manos debe realizarse con agua potable y jabón de manera solemne antes de ingerir alimentos y después de ir al baño.
»Solo eso puede reducir las enfermedades respiratorias en un 25%» indica López.
Esta práctica se debe promover no solo en los hogares, sino también en colegios y la comunidad en general.
Es necesario reforzar esta práctica, sobretodo en los colegios. Según la Encuesta Global de la Salud Escolar 2010 aplicada en 50 instituciones a nivel nacional, el 6.8% nunca o casi nunca se lavó las manos después de hacer uso de los servicios higiénicos. Una cifra preocupante, como el 5.3% de encuestados que afirma no lavarse nunca o casi nunca las manos, antes de ingerir alimentos.
A ello, se debe agregar que el 80% de estudiantes no empleó jabón en esta práctica en los últimos 30 días.
Lavarse las manos no te tomará ni cinco minutos. Hazlo siempre…
- Antes y después de comer
- Después de hacer uso del baño
- Luego de manipular animales
- Después del aseo del hogar
- Antes y después de cambiar de pañal a los bebés y atender enfermos en casa.
- Cuando las manos están visiblemente sucias.
¿Cómo lavarse las manos?
1. Quitarse los objetos de manos y muñecas como anillos, reloj o pulseras.
2. Mojarse las manos con abundante agua.
3. Enjabonarse y frotarse las manos por espacio de 20 segundos aproximadamente.
4. Enjugarse bien las manos con mucha agua a chorro.
5. Secarse las manos con una toalla desechable o de tela.
6. Cerrar el caño empleando la toalla
7. Tender inmediatamente la toalla o botarla a la basura si es desechable.