Sube una viejita con una bolsa chequera al microbús que estaba completamente lleno; al fondo un joven indica que le cede el asiento, la viejita se hace paso gritando «cuidado con los huevos», a lo que todos los hombres se hacen para atrás.
Llegando a su asiento la viejita tira la bolsa al asiento y todos se quedan sorprendidos y un pasajero le dice:
– Oiga, ¿porqué tira los huevos? ¡ Seguro ya se quebraron !
Ella le responde:
– ¡ Son alfileres !