Una viejita de 90 años va en un bus comiendo maní y le dice al pasajero de la silla de adelante:
– ¿Señor, quiere maní?
– Ah bueno, gracias.
-¿Señor, quiere más maní?
– Bueno, muchas gracias!
– Señor, tenga este poquito más…
– Ah bueno, muchas gracias!
-Señor tenga más…
– Uy no señora que pena, pero es que usted compró los maníes para usted y se va a quedar sin nada.
– Tranquilo mijito! que como no tengo dientes yo solo me chupo la sal.