Patara es un lugar remoto de la antigua Licia, en la costa oeste de Turquía. En ese lugar, en el siglo III D.C. nació un bebé al que sus padres llamaron Nicolás.
Creció a las orillas del Mediterráneo, observando los barcos de mercancías que viajaban de Estambul a Alejandría.
Era una persona bondadosa y que incluso hacía milagros. Tras la muerte de sus padres, donó su fortuna a los necesitados y se hizo monje. Se ordenó de Obispo de Myra, ubicado a unos kilómetros de su pueblo natal.
Allí, una de sus buenas acciones provocó que durante siglos, hasta la actualidad, y en gran parte del mundo, millones y millones de niños ansíen la llegada de un día al año en el que reciben juguetes y caramelos.
Así se formó el querido personaje conocido como Santa Papá Noel, San Nicolás, Father Christmas, Sinterklaas, o Baba Nöel.
Hay una historia que dice que San Nicolás rescató a tres mujeres de la esclavitud, El padre de las chicas se arruinó y no podía pagar la dote de sus hijas por lo que las vendería como esclavas. Nicolás se enteró y en la noche arrojó oro al interior de la casa, para evitar que las chicas se conviertan en esclavas, siendo conocido asó como dador de regalos.
Muchas más historias le avalan: que salvó a unos marineros en Jerusalén, que devolvió la vida a tres niños y que paró uno de esos barcos de mercancías que transportaba maíz y libró al pueblo de una hambruna.
El día seis de diciembre del año 343 es la fecha oficial de la muerte de San Nicolás y muchas personas llegan a Patara para rezar y celebrar su día. Aunque no sean cristianos ni celebren la navidad; en el pueblo de Santa Claus también hay un día para regalar.