Los tatuajes son usados por motivos estéticos, eso es claro. Pero en algunos casos, éstos cumplen una función vital: informar a los servicios médicos de que el paciente padece algún tipo de enfermedad crónica o alergia.
En Estados Unidos se ha observado la popularidad ascendente de este tipo de mensajes en la piel, como por ejemplo »Diabético. Tipo 2», acompañados de adornos usuales en los tatuajes como tribales o un corazón.
Por muchos años, las personas que tomaban este tipo de precauciones, han usado pulseras o colgantes, pero tenían el inconveniente de que con el tiempo se rompen o se pierden.
«Son especialmente prácticos para aquellos que trabajan en lugares en los que no está permitido portar colgantes», explicó Barb Wagstaff, fundadora de la asociación canadiense Diabetes Advocacy. «En esos casos los trabajadores se sienten más seguros», agregó.
Algunos tatuajes informan que el portador padece algún tipo de alergia, como a la penicilina.
Otros precisan que la persona no quiere recibir algún tipo de tratamiento como la cuestionada reanimación cardiopulmonar.
En los últimos seis años, se ha visto a más gente usando este tipo de tatuajes y que tanto adolescentes como personas de más de 50 o 60 años los llevan.
El doctor Aldasouqui, un endocrinólogo citado por la agencia británica Press Association recomienda que los profesionales médicos aprovechen esta tendencia para dar consejos sobre cómo deben ser empleados.
Aldasouqui explicó que sería útil por ejemplo que los tatuajes siguieran unos mismos patrones y que se ubiquen siempre en la misma zona del cuerpo.
En su protocolo, los profesionales de emergencia deben buscar información sobre las enfermedades del paciente y sus preferencias de tratamiento y busca cualquier tipo de brazalete colgante o tatuaje.