Dominique Rodríguez era una reina de belleza de apenas 17 años, que acusó a los organizadores del certamen que ganó, de despojarla injustamente del título de Miss San Antonio, y recuperó su cetro gracias a los tribunales en 2011.
Ramírez afirmó que fue despojada de su título de reina en enero, cuando las autoridades del concurso la acusaron de aumentar de peso y la conminaron a «dejar de comer tacos». Estos replicaron que el problema no era de peso y que la adolescente violó su contrato con una conducta indigna de una reina de belleza.
Un jurado del condado de Bexar deliberó durante once horas el jueves antes de darle la razón a Ramírez. La jueza Barbara Nellermoe le devolvió la corona, dijo la secretaria de la corte, Grace Montalvo.
Sin embargo, la directora del concurso dijo que no hará nada para ayudar a Ramírez a competir por las coronas de Miss Texas y Miss America.
«Lo lamento, pero jamás la representaría. Trae problemas» , dijo Linda Woods, y declaró en el juicio que la adolescente se presentó excedida de peso a una sesión fotográfica en bikini, y que las fotos eran inutilizables.
Pero dijo a los jurados que no fue el agregado de unos centímetros (pulgadas) a su cintura lo que le costó la corona a la estudiante universitaria de 1,72 metros (5 pies, 8 pulgadas) de estatura y 58,5 kilos (129 libras) de peso.
Ramírez violó su contrato al llegar constantemente tarde o faltar a los eventos, no enviar notas de agradecimiento por los obsequios recibidos y hacer pasar vergüenza al concurso al rechazar el entrenamiento vocal que le ofreció una cantante de ópera.