Atragantamientos en los niños

Siempre es una alegría para los padres ver que sus niños ya saben caminar, pero también tiene un peligro cuando ellos aprovechan ese avance en su etapa de vida para explorar varias experiencias.

Las monedas son los ‘objetos’ preferidos por los pequeños, seguido de juguetes pequeños, globos, trozos de revistas, jabón, plastilina.

La desesperación y preocupación de los padres es entendible, pero en el 80% de los casos, el objeto pasa a través del sistema digestivo y se elimina junto con las heces. Cuando es un objeto punzante, el niño sufre un atragantamiento por lo que se deben tomar medidas de seguridad.

Monedas:

A los niños les fascinan los objetos redondos y brillantes. Al no tener bordes, la mayoría pasan por el tracto intestinal sin más y se eliminan a las 24 y 36 horas con las heces.

Si se las tragan, se debe pedir una cita con el pediatra para que éste siga los movimientos de las monedas por el tubo digestivo con sucesivas radiografías.

Pilas de Botón:

Su ingesta si se considera una urgencia médica porque contienen sustancias tóxicas como el mercurio, zinc o litio; los que pueden producir una quemadura importante de la mucosa gástrica o esofágica.

Si se las tragan, se debe acudir a urgencias para sacar el objeto peligroso lo más rápido posible.

Frutos Secos:

Este tipo de alimentos (como el maní), deben estar prohibidos en la dieta de los niños, pues al no estar acostumbrados a triturarlos de manera adecuada, se corre el riesgo de que pasen de la boca a las vías respiratorias, lo que puede generar un atragantamiento y asfixia.

Tampoco deben consumir aceitunas con hueso, cerezas, chicles ni caramelos y, con precaución y bajo supervisión paterna, alimentos como salchichas, calamares, pulpo o palomitas de maíz.

Recuerde que:

Un niño puede estar asfixiándose y necesitar ayuda inmediata si:

  • No puede respirar
  • Jadea o boquea, haciendo esfuerzos para respirar
  • No puede hablar, llorar ni emitir sonidos
  • Se pone azul
  • Se sujeta la garganta o agita los brazos
  • Parece aterrado

Ante situaciones de asfixia en niños, es recomendable:

  • Si un niño se está asfixiando y tosiendo pero puede hablar y respirar, la vía respiratoria no está completamente obstruida y es mejor no hacer nada. Probablemente el niño se encontrará bien tras un buen ataque de tos. No intente sacarle el objeto de la garganta o de la boca ni tampoco darle palmadas en la espalda. Cualquiera de estos pasos podría empujar el objeto todavía más abajo en la vía respiratoria y empeorar la situación. Acompañe al niño y mantenga la calma hasta que termine el episodio.
  • Si un niño está consciente pero no puede respirar, hablar ni hacer ruidos o se está poniendo azul, la situación requiere los empujes abdominales de la maniobra de Heimlich. Inicie los empujes abdominales, si ha recibido preparación al respecto. Si no lo ha hecho ni hay otra persona que pueda realizarlos, llame al número de emergencia y pida ayuda.