Está de moda darles un cuidado estético y personalizado a los perros, aunque este proceso resulta costoso y también complicado, por lo que brindaremos algunos detalles para ello.
La cantidad de recorte que cada pelaje necesita varía según la raza del can y existen algunas a las que no se les debe hacer más que un corte superficial ya que el perder pelo le puede generar a los perros un cuadro enorme de estrés y podría no volver a crecerles más.
Si su perro es de raza pura, es mejor asesorarse de manera adecuada con el veterinario para determinar el régimen propicio y si no es de ninguna raza en especial, debe observar cómo crece el pelo pues algunos pueden no necesitar de cortes y se mantendrán bien apenas con una sola cepillada regular.
El cepillado del cabello en los canes es importante porque elimina fragmentos de pasto, comida y suciedad que puedan haber quedado atrapados en el pelaje. Además, el pelo demasiado largo puede causar que se le cubran los ojos, impidiendo una buena visión.
El corte de pelo es mucho más infrecuente para un perro que para un ser humano, por lo que se debe ir despacio y con calma, además de observar como reacciona el animal. Es probable que el animal se sienta nervioso en las primeras ocasiones, aunque pronto se irá acostumbrando al proceso.
Antes de proceder al corte de pelo se recomienda darle un baño al perro, pues se eliminará gran cantidad de la grasa y residuos presentes en el pelaje. Un buen baño permitirá un peinado adecuado para que el corte sea más simple. También se recomienda pasarle un cepillo para eliminar el exceso de pelo sin necesidad de cortarlo directamente.
Para el corte, es indispensable conseguir un par de tijeras, un secador de pelo, un peine, toallas secas, una pala y escoba y una bolsa para poner todo el pelo que vayan cortando.
Es indispensable poner un periódico en el piso donde se va a realizar el corte, pues cuando se termine, solo bastará recoger y tirar a la basura.
Cortar el pelo despacio y con cuidado, pues muchas veces el pelo se confunde con el pelaje y hay riesgo de lastimar la piel del animal. Además, el rostro y las patas son zonas delicadas y deben cortarse con mucho cuidado. No cortar demasiado rápido y primero se debe analizar la reacción del animal; en caso se ponga nervioso, lo recomendable es acariciarlo y tranquilizarlo hasta que se acostumbre al proceso.