Los sentidos en el perro

Nunca te has preguntado ¿cómo es que ven los perros? ¿será acaso como vemos los humanos? ¿cómo trabajan ellos los sentidos del oído y del tacto? Es por ello que conoceremos un poco más de los sentidos en los canes.

La vista: 

Es quizás el sentido menos desarrollado, pero pese a ello, es mejor que el del ser humano en algunos aspectos. Hasta casi el 1er mes de edad, un cachorrito es incapaz de guiarse por la vista y los únicos sentidos que le funcionan son el tacto, el gusto y el olfato.

La vista y el oído empiezan a funcionar cuando el cachorro cumple los 10 a 15 días y hasta lo 25 días, no será capaz de orientarse o de reconocer objetos.

Desde la 6ta semana hasta los 3 meses, alcanza su visión definitiva. Ve objetos a poca altura e identifica bien cosas en movimiento, característica que nos desvela el porqué en algunas ocasiones, los perros persiguen a alguien que corre, a las bicicletas o a los automóviles.

Le brillan los ojos en la oscuridad bajo determinadas circunstancias; se debe a que poseen una capa de células por detrás de la retina que refleja la luz que les permite ver en la oscuridad.

No distinguen los colores como el ser humano. Algunos científicos señalan que solo pueden ver en blanco y negro.

El olfato:

Es el sentido que más tienen desarrolado, porque poseen entre 150 a 300 millones de células olfativas, frente a los 5 millones que tenemos los seres humanos. Al nacer, el olfato ayuda al cachorro a encontrar a su madre, debido a que la vista y el oído aún no lo tienen desarrollados.

Los perros pueden oler una gran cantidad de aromas y distinguir incluso olores que nosotros no llegamos a notar.

Los perros logran utilizar su olor para identificarse ante los otros perros, algo así como una carta de presentación.

Debido a su enorme capacidad olfativa, los perros son empleados por el hombre para rastrear presas, detectar drogas y explosivos o encontrar personas sepultadas bajo los escombros.

El oído:

El oído de un cachorro empieza a funcionar entre los 10 y 15 días de nacido y pasa a ser el segundo sentido más desarrollado después del olfato.

Los perros tienen unos pabellones auriculares muy grandes y una gran capacidad de orientación para detectar la fuente de un sonido. Es una percepción tan elevada que pueden oír sonidos muy lejanos o débiles con suma facilidad.

El tacto: 

Los perros no tienen el sentido del tacto muy desarrollado, el tejido de sus almohadillas plantares no les permite recoger una información muy precisa.

El perro percibe las sensaciones como el frío, calor o el dolor a través de la piel.

Posee pelos sensoriales situados sobre sus ojos, en la mandíbula inferior, en las mejillas y en los labios que le permiten orientarse en la oscuridad.

El gusto:

Se sabe que los perros no tienen muy desarrollado el sentido el gusto, y lo que realmente les hace disfrutar su comida es el sentido del olfato.

Pero, tienen la facilidad de detectar sabores distintos como lo agrio, salado, dulce o amargo, tal y como lo hacemos nosotros.