Resulta que siempre nos quejamos cuando nuestro perro barre con la cocina y come hasta más de la cuenta. Tienen fama de comer todo lo que se pone en el recipiente, pero hay casos en que no es así.
Hay casos en que el perro muestra indiferencia ante la comida, pero existen maneras de conseguir que el momento de comer sea agradable.
Encontrar el sabor adecuado:
Algunas personas compran comida balanceada pensando siempre en una marca en concreto, pero sin pensar si le gustará o no a la mascota. Lo ideal es ir probando nuevas marcas o combinaciones hasta encontrar uno que sea del agrado del can.
No emplear comida «humana»:
Están acostumbrados a comer por ejemplo, camote. Pero, no es fácil onvencer a los perros para que dejen de comer nuestros alimentos y vuelvan a ingerir pienso. Por ello, es recomendable sustituir poco a poco la comida humana por la canida, dándole al principio el 80% de la comida a la que esté acostumbrado y el 20% de la comida que quiere que tome
Estar a su lado:
Su predilección por la comida humana se debe al deseo de estar cerca a su dueño. Por ello, poco a poco se debe ir apartando un poco más, para que así el perro aprenda a comer solo, sin necesidad de una compañía humana al lado.
El olor:
El aroma de la comida tiene mucho que ver con el encanto culinario, así que debe elegir los alimentos que huelan mucho, como los que vienen en conserva, seguidos por los semideshidratados. Los alimentos en conserva contienen carne, pescado y cereales, algunos más aromáticos que otros.
Limitar la duración de comidas:
Algunos canes ven la comida y se alejan por que saben que ese mismo plato otro mejor, estará allí la próxima vez que se acerquen. Si le da de comer siempre a la misma hora, podrá “controlar” su apetito, por lo que permanecerá con hambre. Retírele el plato pasada media hora si no ha comido nada,.