Los primeros días del cachorro en el hogar, resultan ser importantes, pues el animalito requiere de mucho afecto y atención. Los primeros días puede ser un poco inquieto, por lo que debes dejarlo explorar su entorno, sin dejarlo solo mucho tiempo.
En la primera semana, el cachorrito puede presentar un sentimiento de nostalgia por la separación de su madre y gimoteará constantemente. Es bueno mimarlo un poco pero no permitirle entrar en tu cama, pues es una de las malas costumbres difíciles de quitar.
El cachorro necesita una cesta o una cama para perros en un lugar caliente y sin corriente. Una opción que puede servir es colocar una caja de cartón en un rincón para preparar una cama cerrada. Añade algún material para la base y darle calidez como una manta o toallas viejas, para que el cachorrito tenga un lugar acogedor.
Respeta la privacidad y espacio del can, ni te le acerques mucho a élNo dejes que los niños le molesten o se burlen de él y, sobre todo, nunca le envíes a su cesta cuando se haya portado mal, porque de esta forma asociará ese lugar con un mal comportamiento y un posterior castigo.
Elementos importantes para el Cachorro:
- Un dispensador de agua y otro de comida
- Un alimento nutritivo y específico para su etapa vital. • Una cesta o cama. • Cepillo y peine
- Tarjeta de identificación (o microchip).
- Collar y correa.
- Champú, cepillo y pasta de dientes para perros. • Juguetes seguros y de calidad para masticar que faciliten la dentición.
Entrenamiento en el hogar:
Establece una rutina regular de alimentación y sácalo a pasear con frecuencia para que haga sus necesidades, especialmente cuando se despierte. Si le ves caminar en círculos o gimiendo cerca de la puerta, son signos seguros de que necesita salir al exterior rápidamente.
Cepillado y baño:
El cepillado es esencial en los perros, pues elimina el pelo muerto, la suciedad y los parásitos, además estimula el aporte de sangre hacia la piel, con un pelaje de aspecto más sano y brillante. El cepillado debe convertirse en una experiencia agradable y y aprenderá rápidamente a quedarse quieto o sentarse sin hacer ruido, algo que también ayudará cuando visites al veterinario.
El baño debes hacerlo nomás cuando lo necesite. Demasiados lavados pueden eliminar los aceites esenciales de la piel, haciéndola más mate y menos impermeable al agua. Para bañarlo, usa la bañera o la pila, algo de agua templada y un champú de calidad. Frota su cuero cabelludo a medida que viertes el agua sobre él. Echa suavemente el champú y acláralo. A continuación, lávale la cabeza, procurando que no le entre agua en los ojos y oídos. Acláralo bien y frótalo con brío con una toalla. Cuando haga buen tiempo, puedes dejarle fuera para que se seque por sí solo; de lo contrario, seca el pelaje en un sitio cálido. Asegúrate siempre de que tu can está completamente seco o, de lo contrario, se enfriará.
Atención sanitaria:
Los cachorros son susceptibles a cualquier enfermedad contagiosa, por lo que es aconsejable realizar una visita temprana a tu veterinario. Las primeras vacunas se administrarán ya a las 6-8 semanas de vida. Para una protección completa, deberás volver al veterinario para que éste le administre varias inyecciones.