Como reconocer un buen Pisco

El pisco es reconocido por su sabor y aroma.

Existe, sin embargo, una prueba de calidad distintiva del Pisco, conocida tradicionalmente como «Cordón y Rosa»que consiste en batir la botella, de tal manera que deje una viscosidad como el aceite girando al centro del recipiente en forma similar a un torbellino que estará acompañado de una cola de burbujas distribuidas a lo largo, a lo cual se le denomina «Cordón» y a las burbujas que flotan sobre el ojo del torbellino se les llama «Rosa».

Para catar un Pisco, se debe mover el mismo por la copa suavemente, notará que quedan unas gotas gelatinosas en el interior de la copa, debido a la glicerina de las semillas de uvas.

Verifique que el olor sea de uva, sin olores extraños.

Aspire fuertemente el aroma del pisco y mantenga retenido el aire, luego de un trago de pisco y realice un ligero enjuague en la boca, notará toda una explosión de sabores.

LA CATA DE PISCO

La cata es a la vez arte y técnica, es someter al Pisco a nuestros sentidos para estudiarlo, analizarlo, describirlo, juzgarlo, calificarlo y clasificarlo.

El Catador debe realizar un contínuo ejercicio para desarrollar la memoria sensorial, poder distinguir los distintos tipos de piscos y adquirir la educación apropiada, que proporcione la base para conocer los productos a catar y poder expresar de forma correcta las sensaciones recibidas.

Para que los sentidos estén en forma hace falta entrenarlos, para tener en la memoria un gran número de recuerdos sensoriales, debido que degustar es servirse de la memoria para juzgar con los recuerdos y obtener rápidamente la respuesta.

Hay que crearse sus propios hábitos de degustación y hacer un esfuerzo de concentración para retener las sensaciones, no se debe observar la etiqueta, la botella, ni el entorno. Hay que concentrarse en si mismo para ver nacer las sensaciones y formar una impresión. Es la mejor manera de evitar errores debido a los condicionamientos y la autosugestión.

Para Degustaciones, basta con una mesa fácil de limpiar, recubierta de un mantel blanco, un recipiente profundo y copas apropiadas, todo ello colocado en un lugar bien iluminado con luz del día o luz alógena (porque reproduce aproximadamente la blancura del espectro solar) no siendo aconsejable la iluminación de lámparas de filamento y fluorescentes por su efecto de enmascaramiento de los colores.