No proteger la vista durante el verano y con los altos niveles de radiación solar que se presentan en nuestro país, puede conllevar al padecimiento de cataratas en el futuro y degeneración macular y a corto plazo originar conjuntivitis actínica.
Es dañiño utilizar lentes oscuros sin protección UV, ya que las pupilas se dilatarán por la entrada de menos luz solar pero la radiación penetrará directamente provocando daños a la vista.
¿Cómo me aseguro que mis lentes tengan protección UV?
Para saber si los lentes de sol son adecuados, deben tener una etiqueta que indica que brinda protección UV 400 o 99% UVB y 95% UVA. Es más seguro si llevan una etiqueta ANSI Z80 3, esto significa que fue aceptado por el Instituto Nacional de Normalización Estadounidense, por cumplir los requisitos solicitados.
Otro consejo es comprar las gafas de sol en una óptica formal que cuente con un lensómetro o uviómetro aparato que verifica que las gafas cuenten con protección UV, el resultado debe ser de 100 o muy cercanos a esa cifra.
Otros puntos a considerar:
El color no tiene nada que ver con la protección UV.
Los lentes con capa antirreflejante son usados para evitar reflejos excesivos que interfieren con la visión
Los lentes más grandes bloquean más rayos UV, los envolventes no dejan pasar la radiación por los lados.
Los Lentes polarizados son ideales para personas que trabajan o practican deportes cerca del agua ya que permiten observar los detalles más claramente sin interferencias del reflejo de la luz en el agua.
Los que tienen recubrimiento de espejo reducen la luz que pasa por el lente, son buenos para ambientes acuáticos o de nieve.
Los fotocromáticos son de lunas transparentes en luz tenue y que oscurecen con el sol pueden incluir protección UV, son para personas que usan lentes con medida, otra alternativa para ellos es usar lentes con filtro UV que se sujetan sobre los normales.
Article publié pour la première fois le 17/01/2015