El crudo invierno ha cobrado la vida de muchos niños en el país. Por tal razón, es considerable tomar en cuenta algunos puntos, para evitar que este mal se propague:
Los resfríos son causados por virus, cuyos microorganismos son extremadamente pequeños. Una tos o un simple estornudo son capaces de transferir un virus de una persona a otra a través del aire.
Sin embargo, el virus puede ser transmitido también indirectamente de otra manera: Un niño o adulto infectado que se está tocando la nariz, transfiere los virus a su mano , luego tocará las manos de una persona sana, esta persona tocará su propia nariz o boca, e introducirá los agentes infecciosos a un lugar donde éste puede multiplicarse y crecer, sea en la nariz o la garganta.
Una vez que el virus está presente en el organismo y empieza a multiplicarse, el niño va a desarrollar los siguientes síntomas:
Estornudos y fiebre moderada: Entre 38.3 y 38.9 grados centígrados, en su mayoría en horas de la noche.
Catarro Nasal: Claro al inicio, pero luego se vuelve espeso y con colores cambiantes.
Pus en las amígdalas: Esto se da en niños mayores de tres años, y también puede ser indicio de una infección de tipo bacteriana.
Tos e intervalos de irritabilidad: Empieza con una tos seca que luego se convierte en una tos con flema a medida que avanza el resfriado.
El apetito disminuye: El dolor de garganta ocasiona dificultades para tragar.
Si el niño presenta un resfriado sin complicaciones, los síntomas deben desaparecer después de siete a diez días. Pero si el niño es menor de tres meses, llame al pediatra, pues a esa edad, son más propensos a desarrollar bronquitis, croup o neumonía.
Para prevenir la gripe:
Mantenga al niño lejos de las personas con infecciones respiratorias y acostúmbrelos a usar pañuelos descartables para la limpieza de la nariz y evitar la diseminación del virus. Practique también el lavado de las manos de manera regular para evitar la diseminación de los gérmenes.
Mientras aún se busca la cura para el resfriado común, no olvide aumentar el consumo de líquidos y tener un buen descanso. Con esas indicaciones evitaremos la propalación de la gripe en nuestros niños.