EEUU: curiosa competencia con veloces autos eléctricos

“La gente se burla de los coches de carrera eléctricos. Dicen que son de golf, pero no es verdad. Van a aplastar a los Ferrari”, asegura orgulloso Jo Reyes, ex mecánico de automóviles de carrera reconvertido a los autos eléctricos.

Una pequeña multitud de curiosos y aficionados se reunió en la pista de ‘dragsters’ de Mason-Dixon, en Maryland (este), para asistir a una carrera poco común: de vehículos eléctricos silenciosos.

Una veintena de pilotos de vehículos eléctricos -desde el auto de carrera hasta vehículos de tres ruedas o incluso motos- corrieron frente a una multitud más habituada al ruido ensordecedor que suele acompañar las carreras de ‘dragsters’.

“Hemos hecho un camino técnicamente, miren estos Tesla”, asegura Reyes, en referencia a los vehículos eléctricos del pequeño constructor californiano Tesla.

La National Electric Drag Racing Association (NEDRA) organiza carreras como esta a través de Estados Unidos para promover las capacidades de aceleración de los motores eléctricos como los del “Tesla Roadster”, un auto deportivo de 109.000 dólares que puede correr a más de 160 km/h.

La mayoría de los propietarios de vehículos eléctricos elige este tipo de energía por su bajo costo.

 convirtió su Pontiac Fiero amarillo de 1985 en eléctrico. “Llenarlo” le cuesta solamente 12 dólares por mes. Pero además, para él la mayor ventaja es el silencio de su motor.

“Este auto es totalmente silencioso. Puedo escuchar el viento soplar y los pájaros piar en los árboles”,aseguró.

Pero también hay inconvenientes. Imposible detenerse a mitad de camino a “llenar el tanque” en una estación de servicio “normal”. Por suerte, la distancia máxima de autonomía es de unos cientos de kilómetros.

En el lugar de la carrera, grupos electrógenos diesel eran utilizados para recargar los vehículos en la competición.

Las baterías de litio que equipan este tipo de automóviles son otro limitante, ya que cuestan hasta 30.000 dólares.

“La tecnología de la batería es todavía un desafío actualmente”, admite Chip Gribben, presidente de NEDRA. “En cuanto podamos producir más el precio descenderá y eso se volverá mucho más accesible”, prometió.

Fuente: Internet