¿Cuántos hinchas blanquiazules hemos esperado por este momento? Después de seis partidos, hemos podido celebrar ante el compadre y que mejor que en su propia casa, en esa estadio que se llena sólo cuando Alianza Lima va, pues sólo nosotros, podemos darle calor a esa congeladora.
Y el tiempo se encargó de darme la razón. Hace unos meses, pedí que Donny Neyra tenga su oportunidad en el once titular y el ‘Bidón’ se encargó de demostrar que es un jugador valioso. Anotó un gol ante Sport Huancayo, su ingreso fue clave ante FBC Melgar y en el clásico, partido en que fue titular por primera vez para Gustavo Costas, se jugó un gran partido, con una asistencia fenomenal a Paolo Hurtado, autor del gol que desató la euforia en la mitad más uno del país.
Neyra jugó de delantero metido entre Galván y Galliquio y demostró que físicamente esta más que apto. En un pasaje del partido le ganó en el cuerpo a cuerpo al ‘Negro’ que salió volando por la banda. Complicó mucho a su ex equipo y superó en pasajes del partido al malcriado de Antonio Gonzáles y Jesús Rabanal.
Amilton Prado cumplió con proteger su sector de los desbordes de Piero Alva, quien complicó cuando cambió de sector a la izquierda, donde Villamarín estuvo en una tarde regular para más. Vílchez mejoró con el correr del partido y Fleitas en lo suyo, fuerza y seguridad en la zaga.
Yo pensé que con la salida de Jayo por lesión, Alianza perdiá equilibrio en el medio campo, pero me equivoqué. Con el ingreso de Hurtado, Tragodara tomó el lugar del capitán al lado de Henry Quinteros, mientras que Joel Sánchez se mantuvo por el sector izquierdo. Adelante Neyra con José Carlos Fernández, que peleó contra los empujones y constantes codazos de Galván, que el árbitro Víctor Hugo Rivera simplemente, no quiso cobrar.
El gol de Hurtado llegó en un momento clave del partido. Los dos se terminaban de reordenar en el terreno de juego y parecia que la segunda parte, volvería a ser un monólogo de la primera parte. Alianza encontró mal parada a la defensa de la U, algo raro en los merengues, pues si de algo se caracterizaban en la era de Reynoso, era por su orden atrás. Al ver ese gol, recordé aquella jornada de 2008: Otro triunfo en Ate, y ese sabor que tenía guardado desde hace un tiempo, como lo es celebrar en patio ajeno.
Pese a la euforia por el triunfo del sábado, debemos de mantener la compostura. Si bien se le ganó al eterno rival tras una considerable sequìa de triunfos en partidos oficiales, la mira está puesta en César Vallejo y sobre todo la Universidad San Martín. El camino es largo y quedan partidos aún más complicados, pero este triunfo en Ate, es una gran pegada en los ánimos del plantel, que quiere celebrar luego de tres años.
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