Como se dice en las tribunas de Matute: ”No es blanquiazul, aquel que no haya llorado en Svr”. Y con lo visto el sábado en La Victoria, este Alianza Lima tendrá que apelar primero al corazón que al fútbol bien jugador para sacar resultados positivos en la temporada.
Pero este Alianza Lima ha iniciado la temporada con otra tendencia: La sangre joven, pues el triunfo sobre Alianza Atlético de Sullana se gestó con el aporte de tres jugadores Made in Alianza Lima: Bazán, Trujillo y André Carrillo.
Y es que para muchos, en Alianza Lima vuelve a aparecer la una re-inventada generación conocida como Los Potrillos, que nació con los caídos del Fokker de 1987 y se consolidó con las apariciones de las generaciones lideradas por Waldir Sáenz (1993) y Jefferson Farfán (2003).
Y ahora, con este nueva camada de jugadores encabezada por André Carrillo, Alianza Lima pretende recobrar el protagonismo gracias a sus canteras, y así promocionar a más jugadores de la casa que alcanzaron enorme notoriedad como Teófilo Cubillas, José Velásquez o el propio Jaime Duarte.
El gol del triunfo ante Alianza Atlético no solo generó euforia. Nos dio tranquilidad pues hay un colchón importante en las divisiones menores, algo que en lo personal siempre pedí en Alianza Lima ante la inoperancia de algunos ‘refuerzos’ extranjeros que no marcaron la diferencia. Bien sabemos que Alianza se ha caracterizado por promover a sus divisiones inferiores, que posteriormente lograron dar el salto al exterior como Paolo Guerrero, Jefferson Farfán, Wilmer Aguirre y Reimond Manco.
André Carrillo tiene todo servido para consolidarse en Alianza. Tiene velocidad, habilidad y la quimbosidad que caracteriza a Alianza. Tanto ante Comercio como ante Alianza Atlético, no destacó solamente por los goles que marcó, sino porque fue el principal referente de ataque y también dando pases de gol que ni De la Haza o Soto supieron aprovechar.
Ahora, Carrillo también tiene que darse cuenta que él no es Alianza Lima. Detrás suyo hay 10 jugadores que también trabajan para el equipo. Además, algo que se le aconsejó a André (sino me equivoco, fue opinión de Daniel Peredo) es que cuando aprenda a definir cuando la jugada lo requiere, a Carrillo no lo para nadie, pues una jugada de más no garantizará un gol seguro.
Si en 1993 Waldir Saenz fue el ‘tocado’ y se despachó con 31 goles en su primera temporada, Farfán la ‘rompió’ en un 2004 inolvidable para él, en este 2011 Carrillo tiene la oportunidad de poder inscribir su nombre entre uno de los principales jugadores ‘Made in Alianza Lima’, talento y socios en el ataque tiene, nomás tiene él mismo la decisión de ser un futbolista completo y no ser un pelotero más.
Y ojalá Guillermo Alarcón no se esté frotando las manos… que Carrillo se consolide en el primer equipo.
[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=H6hNDXDlPi4&feature=player_embedded’]