Perder en Huánuco estaba dentro de los papeles, teniendo en cuenta el nivel de León en esta parte de la temporada, pues demostró las razones que lo pueden llevar por segundo año consecutivo a la Copa Libertadores.
Preocupa el cómo se perdió. Alianza tuvo errores tontos en ambos goles huanuqueños, pues en los dos, Peña definió en soledad, tranquilamente ante la pasividad de la defensa aliancista. Preocupa aún más las pocas respuestas de Alianza cuando se le presenta el marcador adverso, como sucedió con San Martín, la U, con Aurich en Chiclayo y ahora último con León.
Arrué no ha sabido tener respuestas cuando Alianza se encontraba con el resultado adverso. El chileno ha cometido errores similares a los de Costas: jugar y firmar el 0-0 si se da el caso. Alianza Lima podrá ser campeón de la temporada, pero quedará la deuda pendiente de no haber derrotado a Universitario, San Martín y al peor Sporting Cristal de la historia.
¿El triunfo sobre Aurich en Lima es un aval? No, pues ganamos 1-0 con un gol de penal y si Aurich pisaba el acelerador, podría haber salido con un triunfo de La Victoria hace una semanas. En ese partido, Alianza no supo generar espacios en el primer tiempo y Aurich hizo daño con las subidas de Chiroque y lo hará (si ambos juegan la final) con un Tejada en un magnífico nivel.
No quiero bajarle las ganas de salir campeón al pueblo aliancista. Si bien hemos tenido partidos destacados, los triunfos en Cusco y Moquegua se dieron porque tanto Cienciano como Cobresol se cayeron cuando se quedaron con un hombre menos en la cancha. Y repito, en los partidos importantes, Alianza ha quedado en una deuda total, preocupante para un equipo que pretende salir campeón tras cinco años de espera.
No quiero pensar que en los tres partidos que restan, Alianza no tiene variantes. Se le debe dar minutos a José Carlos Fernández, de quien se conoce su importancia en el ataque. Más minutos para Jair González y Yordi Reyna, jugadores quimbosos y hábiles que pueden ser una alternativa a Coco Bazán, quien no tiene la misma peligrosidad que otros partidos.
Y si muchos creyeron que Joazinho Arroé iba a ser solución en la volante, muchos se han equivocado, pues el »jugador del Siena» (el que se negó a raparse porque ya había debutado en la Serie A) fue un mar de impresiciones en Huánuco.
El panorama en Alianza a un mes de la final es incierto. En lo futbolístico, Arrué no propone nada y parece encerrarse en un estilo absurdo, y del lado dirigencial los problemas de siempre y las posiciones de víctima de Guillermo Alarcón.