Hace un par de meses, la explicación de jugadores y comando técnico era: »Estamos solos» o »estamos abandonados» para referirse al mal momento en el Descentralizado y Copa Libertadores.
Pero algunas cosas han cambiado en Alianza Lima. Ahora hay una nueva administración y la confianza de que administrativamente, la institución se pondrá en orden, poco a poco las deudas se irán saneando y por ende, en lo deportivo las cosas deben ir mejorando.
Sin embargo, eso no sucede. En Moquegua, Alianza Lima perdió 1-0 con Cobresol y pese a ser el colero del Descentralizado, el equipo moqueguano se mostró superior a un blanquiazul sin ideas, sin dinámica y con un desorden que preocupa que nos lleva a estar cerca de la zona de descenso.
Y acá vuelven los cuestionamientos hacia ‘Pepe’ Soto, un hombre al que bien se le puede valorar por poner el pecho en este complicado presente del equipo en lo administrativo, pero que no debe ser confundido en el plano futbolístico, donde el equipo deja mucho que desear.
Alianza tiene un buen plantel (como para pelear en el torneo local) pero no se ve reflejado en los partidos. Si bien es cierto no se perdió con Universitario, Sporting Cristal y la San Martín (siendo sinceros, jugamos más con motivación que con fútbol), en derrotas como ante Melgar, Aurich y el último con Cobresol, Alianza Lima no dejó ni una pizca para destacar.
Cuesta encontrar una figura destacada en Alianza, salvo José Carlos Fernández, pero lo de él es puro ímpetu que resultado de un trabajo de estrategia en la semana. Fernando Meneses ha entrado bien al equipo, pero ¿qué pasaría si al chileno se le agarra el puslo de juego y se convierte en un jugador prediscible para los rivales? Soto no tiene soluciones a la vista y no perfila un planteamiento fijo para los fines de semana.
¿El problema es el entrenador? Siempre pensaré que fue un error esa apuesta por llevar a ‘Pepe’ Soto como cabeza del comando técnico. Pese a ser asistente en las etapas de Gerardo Pelusso y Gustavo Costas, el ex defensa debió probar su capacidad en otro equipo del país, un equipo chico o de media tabla, sin muchas exigencias, sin mucha presión por parte de una hincha que de a pocos se va desesperando con estos malos resultados.
Pero de esta interrogante surge otra: Si no está Pepe, ¿quién puede tomar este fierro caliente?
La incertidumbre se mantiene en Matute y si no hay mejoras en el plano futbolístico, el coqueteo con el descenso será más que doloroso, incluso peor que la de 2008. No conviene sacar a Pepe, pero si complementar su trabajo con una especie de ‘asesor técnico’ como lo fue César ‘Chalaca’ González en el 2008.