Si, sentí vergüenza al ver a Alianza Lima ante la San Martín. Indudablemente, el equipo venía de más a menos en los trámites de los últimos partidos, pero perder un partido como ocurrió ante los albos en Matute, son cosas que difícilmente uno pueda pasar por alto.
Si después del clásico tuve el criterio de decir que por fin podríamos empezar a encaminarnos a pelear por algo importante, hoy creo que soy un poco más cauteloso, porque con lo visto la noche del sábado, no pongamos a Alianza como favorito al título porque en realidad nunca lo fue.
Al grano, mi crítica va hacia los jugadores jóvenes, que conforman casi el 60% del equipo titular que salta a la cancha cada fin de semana. A estos muchachos (Yordy Reyna, Jhonny Vidales, Jorge Bazán, Rodrigo Cuba y Carlos Beltrán), se les debe sacar la idea de la cabeza de que juegan solamente con el objetivo de partir en corto tiempo al extranjero y que su presente debe ser solamente Alianza Lima. Prácticamente son jugadores solamente de primer tiempo, que creen que un partido se gana cuando estás 1-0 o 2-0 cuando el juego no termina hasta que el árbitro pite el final del match.
Da la impresión que este grupo de jugadores deja de lado la camiseta y piensa solamente en su bienestar económico. Claro fue en Facebook apenas terminó el partido: «Una cosa es perder de pie y otra es sin un mínimo de vergüenza y este Alianza Lima no tiene eso. Jugadores ahuevados, que creen que ganaron mucho estando las primeras fechas en la punta. Por siaca, no me da vergüenza perder con el colero porque creo que era necesario que estos jóvenes reciban ese tipo de cachetada y en Matute. Si Susana Cuba dice que su objetivo es vender jugadores al exterior antes que campeonar, pues Alianza Lima se seguirá arruinando económicamente por culpa de los Bazanes, de los Vidales, de los Aguirres y de los Reynas.«
Pude haber sido muy drástico en mi apreciación, pero de verdad, llena de incomodidad la manera en que se perdió, si tenemos en cuenta que los tres goles de la San Martín, llegaron también por deméritos de la defensa, imperdonables en un equipo que pretende pelear por luchar el titulo nacional (si en caso ese sea el objetivo principal este año, algo que no comparto).
1. ¿El apagón es excusa? Que afirmación para más tonta y usada para ‘tapar’ lo horrible que jugó el equipo en el segundo tiempo.
2. ¿Camita a Wilmar Valencia? Fue una posibilidad que se deslizó en la redes sociales. El camanejo es un técnico muy pegado a la disciplina, algo que no es compatible con un equipo como Alianza Lima, que con el paso de los años ha ido mostrando desvíos muy lejanos del primer equipo. Parece que los jugadores extrañan a un «Tío Pepe» que no les diga nada en lugar de un estratega que les haga ver sus errores cada semana.
El hincha de Alianza quiere ver a su equipo ganar, y si por un azar del destino toca perder, pues que sea con la frente en alto, dejando el alma en la cancha y sudando la camiseta hasta el último minuto. No queremos un equipo sin compromiso ni ambición. La juventud no es la salvación que necesita Alianza, el compromiso es lo principal.
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