En los últimos años, los duelos entre Alianza Lima y Sporting Cristal siempre han generado mucha espectativa, sobre todo en esta última década en que ambos equipos han sido constantes protagonistas tanto en la pelea por el título, como en la pelea por no descender. (Recordemos que los cerveceros lucharon por evitar la baja en 2007, y los grones en 2008).
Como este blog es grone, preciso que es momento de recordar los que para mí, han sido los partidos Alianza – Cristal que han quedado marcados en mi corazón blanquiazul. Derrepente usted tendrá los suyos, pero al fin y al cabo, son partidos que nunca se podrán dejar de lado en el baúl de los recuerdos:
Año 1993.
Mi primer grito de euforia como aliancista. Definición por penales para definir al segundo representante peruano en la Copa Libertadores. Alianza Lima era entrenador por Miguel Angel Arrué, y ese año, marcó la consolidación de los nuevos ‘Potrillos’, los sucesores de los mártires de 1987, la reencarnación del ‘Potrillo’ Escobar, ‘Pacho’ Bustamante, ‘Pelé’ Casanova, ‘Pechito’ Farfán entre otros.
El partido quedó igualado en el tiempo reglamentario y se tuvo que ir a los disparo desde los 12 pasos. El penal definitivo fue marcado por Waldir Sáenz, futuro goleador histórico del club. Aquel día, ‘Wally’ empezó a escribir su historia en La Victoria.
Año 1997:
Dicen que un triunfo se celebra más cuando se trata de una remontada. Y eso sucedió en el Torneo Apertura de 1997. Hasta el segundo tiempo, Cristal ganaba 4-2 en Matute. Pero Alianza Lima despertó y faltando pocos minutos, el brasileño Marcelo Bujica puso el 5-4 para los grones, lo que fue considerado como un triunfo vital del cuadro aliancista, pues ganó en confianza para obtener el título nacional ese año luego de 18 años de espera.
Año 2001:
El Torneo Apertura se definió en un partido extra. El año del Centenario obligaba a Alianza a lograr el título nacional esa temporada, y el primer torneo del año fue el primer gran paso para lograr ese objetivo. Cristal jugó mejor por momentos, pero Alianza fue más efectivo. Los goles de Henry Quinteros y Roberto Holsen le dieron el título al equipo que dirigió Paulo Autuori. Fue el primero de una serie de definiciones ganadas por Alianza en esa década sobre los rimenses.
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Año 2002:
Paulo Autuori regresó a Matute, pero como entrenador de Sporting Cristal. Y el 07 de abril, se comió una vergonzoza goleada. El 5-1 quedó para siempre guardado en mi recuerdo, pues a título personal, mi viejo, hincha cervecero a morir, me había siempre sacado en cara la goleada celeste por idéntico marcador en 1993. Aquel día, cada gol fue un grito diferente. José Soto, Waldir Sáenz (2), Roberto Holsen y Henry Quinteros sellaron la histórica goleada blanquiazul.
Año 2004:
Ese año fue especial. En enero, Alianza Lima le ganó el título nacional 2003 a los cerveceros con aquel gol de Jefferson Farfán en tiempo extra. Luego, el 20 de marzo, un 5-0 si atenuantes, le propinó el ‘Equipo del Pueblo’ a los rimenses, que esa noche jugaron con equipo alternativo. Y para hacer más exitoso esa temporada, se coronó con el bicampeonato definido por penales y que significó un título más en la historia del más grande.
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Año 2008:
Miles de corazones se paralizaron. Aquel 07 de diciembre, quedará en la posteridad por ser el partido que nos quitó esa incertidumbre por el tan maldito descenso. El gol de Pedro Aparicio le dio vida a Alianza, al sufrido hincha aliancista. Siempre tengo presente: »No puede ser blanquiazul aquel que no haya llorado ni haya sufrido» y ese año, Alianza sufrió para ganar el derecho a seguir en Primera. No fue un partido jugado con fútbol, sino con el corazón.
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Año 2009:
En un principio, había dicho que un triunfo se disfruta más cuando es con remontada. Y el triunfo 2-1 del Apertura del año pasado da fe de ello. Cristal se habia ido al descanso con 1-0 a favor con el gol de Sheput. Pero en el segundo tiempo, Gustavo Costas se la jugó por el entonces cuestionado Wilmer Aguirre y el ‘Zorrito’ no defraudó, marcó el empate con un disparo soberbio desde fuera del área.
Ni había pasado cinco minutos, ni me terminaba por acomodar en la silla y el ‘Lobo’ González Vigil, a punta de coraje y pundonor y mucha entrega, le ganó la posición a Prado y con mucha angustia, el balón entro al pórtico celeste. Un 2-1 épico y ganado con todo, a la misma adrenalina de Gustavo Costas.
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