El cielo se tiñó de Azul y Blanco un 08 de Diciembre de 1987. El Día de la Inmaculada Concepción, Dios y la Virgen recibieron a unos angelitos negros que llenaron de alegria a la mitad más uno del país con un fútbol quimboso. Dicen que Alianza Lima es un equipo grande, y que tampoco está libre de sufrimiento, y aquella tarde-noche, fue la peor jornada vivida en sus casi 110 años de historia.
La tragedia del Fokker ha sido el peor golpe que ha recibido no sólo Alianza Lima, sino también el fútbol peruano, pues se trató de una de las mejores generaciones que el destino le pudo dar a nuestro futbolero país. Un plantel que combinaba la experiencia de ‘Caíco’ Gonzáles Ganoza con la frescura y juventud del ‘Potrillo’ Luis Escobar, dirigidos por un grande como Marcos Calderón, el entrenador más ganador en la historia del Fútbol Peruano.
Son 23 los años transcurridos desde ese suceso y aún no hay nada claro acerca de las causas que hicieron que el Fokker desapareciera en el mar de Ventanilla. Especulaciones sobran y se mantendrán siempre hasta que el único sobreviviente, el pilodo Edilberto Villar, se anime algún día a salir del ostracismo y se atreva a contar lo que realmente sucedió (cosa que parece imposible) aquella noche minutos antes de aterrizar en el aeropuerto Jorge Chávez.
Primero narremos la jornada. Alianza Lima se trasladó en un avión charter rumbo a Pucallpa para enfrentar al Deportivo Pucallpa en una nueva fecha del Campeonato Nacional. Los grones necesitaban ganar para alejarse del San Agustín, su más inmediato perseguidor en la pelea por el título. Llegaron el mismo día del partido y según pobladores pucallpinos, a los jugadores y comando técnico se les vía incómodos por el viaje realizado. A las justas tuvieron tiempo para almorzar y con las mismas se trasladaron al estadio para disputar el partido. Alianza Lima ganó 1-0 con gol de Carlos Bustamante, jugador que había heredado la número 10 del ‘Nene’ Cubillas cuando éste se retiró en 1986.
Testigo privilegiado de ese partido fue Víctor ‘Pitín’ Zegarra, ídolo blanquiazul y entrenador del equipo pucallpino. Aseguró que Bustamante parecía no tener ánimos ni para celebrar el gol, sucediendo lo mismo con los demás jugadores. Finalizó el partido y salieron al hotel para recoger sus cosas y enrumbar hacia el aeropuerto. Los esperaba el Fokker sin imaginar que ese sería su último viaje.
Se dice que hubo un problema en el tablero de mando lo que provocó el accidente. Otro rumor indica que la aeronave de la Marina de Guerra del Perú, traía grandes cantidades de cocaína escondida en los compartimientos, lo que fue descubierto por los jugadores, quienes amenarazon con denunciar este hecho. Se especuló que los militares ejecutaron a los jugadores, disparándoles; ocasionando el accidente antes de que el avión aterrizara.
La especulación más comentada ha sido la de la conversación entre Villar y el delantero Alfredo Tomassini y que habían estado sujetados a restos del avión. La Marina rescató a Villar, pero ‘ejecutaron’ a Tomassini, hecho que como los demás rumores, no han sido esclarecidos.
También se dijo que todo fue causa de la inexperiencia de algunos jugadores aliancistas, quienes a la hora de aterrizar se encontraban nerviosos y contagiaron el pánico entre sus compañeros. El piloto, ante tal hecho, abandonó por unos instantes la cabina para dar calma. Sin embargo, cuando regresó no pudo retomar el control, produciendo así el accidente.
Días posteriores al suceso, se dijo que tras un diálogo entre los jugadores y el piloto del avión, éste último les informó que la aeronave había sufrido un percance, y que se estrellarían inevitablemente. Ante tal situación, los jugadores prefirieron sacrificarse estrellándose en el mar para no causar la muerte de varias personas, hecho que hubiese ocurrido irremediablemente si el avión se precipitaba a tierra. Por ese detalle los jugadores aliancistas fueron convertidos en héroes en algún momento.
En 2006, el programa periodístico La Ventana Indiscreta presentó un informe donde señalaron que hubo negligencia de los pilotos y la Marina de Guerra en la caída del Fokker. Ese informe contiene datos hallados en la caja negra del avión, donde se detalla la incertidumbre que se vivió en el interior del avión.
Habrán miles de especulaciones, pero nadie devolverá a Alianza Lima, esa generación rica en calidad, aquel equipo que se dio el lujo de aplastar 6-1 a Universitario en el 86. El mar de Ventanilla se llevó a los ‘Potrillos’, y como dice la canción de Augusto Polo Campos: »Frente al mar de Ventanilla se derrumbó una esperanza… en el Mar de Grau descansan los hijos de La Victoria, pero ellos desde la gloria gritarán…. ARRIBA ALIANZA!».
Lo que vino después fueron momentos de incertidumbre. Luego del rescate de algunos cuerpos (digo algunos porque restos como el de Luis Escobar no han sido encontrados) y del entierro, se debía reanudar el campeonato pasado el luto respectivo. Es ahí donde gestos como los de Colo Colo son dignos de admirar: El ‘Cacique’ prestó gratuitamente cuatro jugadores en cada sector del campo, como José Letelier en el arco, el defensa Francisco Huerta, el volante Parko Quiróz y el delantero René Pinto. Asímismo, Teófilo Cubillas decidió salir del retiro para apoyar al equipo, que se había quedado bajo el mando del ‘Cholo’ Rafael Castillo. Se formó un equipo con jugadores que regresaron al club como Wilmar Valencia y el finado Roberto ‘Cucurucho’ Rojas y que por suerte del destino no viajaron a Pucallpa como César Espino, Juan Reynoso, Benjamín Rodríguez, Juan Carlos Illescas y Carlos Vallejos.
El día 03 de Enero de 1988, Matute se llenó como en las memorables jornadas de los ‘Potrillos’ y el ‘ALIANZA CORAZÓN’ retumbó en todo el coloso victoriano, Alianza Lima derrotó 2-1 al Bolognesi de Tacna con dos goles de Illescas y renació de las cenizas. A pesar que el título fue esquivo, quedará en la historia que Alianza Lima 1987, fue de las mejores expresiones en la historia del Fútbol Peruano, tanto así que Dios se los llevó para formar de ellos su equipo celestial.
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El 2010 se va y en Alianza Lima ya se mira lo que será la próxima campaña. Como sabemos, no es el final al que se aspiraba a principio de temporada, por lo que nuevamente el término ‘fracaso’ ronda nuevamente La Victoria.
