Foto: Depor
Es lógico que duele perder un clásico, pero ante las limitaciones que tiene el plantel de Alianza Lima, no hay mucho espacio para objeciones, lo que no quiere decir que pasemos por alto el desarrollo del partido, el por qué se perdió y el en qué se falló.
La desmantelación de jugadores iba a traer serias consecuencias y al tener un plantel muy corto, nos quedamos indefensos cuando Jordi Reyna se fue »lesionado» en el primer tiempo tras una jugada con John Galliquio. Ingresó Vidales, pero el partido le quedó grande y en ese momento, Alianza perdió el clásico.
Como sucedió con Montaño, como pudo suceder con Meneses, hoy el éxito de Alianza depende de un solo jugador; a sus 18 años, esa responsabilidad recae en Reyna, de quien tontamente se dice, es la mejor aparición desde Jefferson Farfán, pero que debe ir paso a paso porque sufrirá golpes como los del sábado y debe pagar »terreno» si quiere ser un jugador de éxito.
Y nuevamente, el balón parado fue el enemigo blanquiazul. En el primero, un golazo de Aurelio Saco Vértiz le dio la ventaja a su equipo en una conquista que bien pudo haber sido atajado por Libman, pero Salomón creyó (como todos los aliancistas) que el lateral zurdo sacaría un centro en lugar de un remate directo al arco
Sin embargo, el arquero grone no contó que Saco Vértiz venía ensayando desde hace mucho tiempo e incluso olvidó que el propio jugador casi lo complica en el clásico de la primera rueda con un tiro libre que pasó cerca del arco. Salomón reaccionó tarde y solo quedo recoger el balón de las redes.
En el segundo gol crema, también hallé responsabilidad de Libman, pero también en Paulo Albarracín al dejar libre a Edison Flores, si un diminuto jugador que marcó de cabeza ante la pasividad de la defensa.
Universitario tuvo dos jugadas a balón parado y anotó, de ahí no hizo mucho para justificar su victoria. Alianza, pese a la ausencia de Reyna, quiso e intentó generar riesgos sobre el área crema, con un cabezazo de Charquero que tapó Cáceda y otro disparo del uruguayo que fue controlado por la defensa merengue.
Tras los ocho partidos invicto donde José Soto pasé a ser nuevamente »Pep» para alguna prensa amarilla, las dos derrotas consecutivas no nos hacen menores que nadie, pues este nuevo Alianza ha demostrado que a pesar de los problemas, puede hacerse grande y sacar adelante un partido.
Se viene Inti Gas este miércoles en Matute, luego una visita a Cienciano en Cusco y la fecha siguiente, otro clásico ante Sporting Cristal. Las limitaciones en cuanto a plantel se hacen más evidentes y ahora solo queda pensar un afrontar como debe ser estas fechas que quedan para el final de la primera rueda y sumar buenos refuerzos para la Liguilla.
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