En vísperas a una fecha festiva, los padres de familia piensan ya en los regalos para sus hijos, apoyados en catálogos, avisos en TV y otros medios. Pero, según el Ministerio de Salud, hay algunos factores que se deben tener en cuenta para elegir el obsequio.
En la Dirección de Salud Mental del Minsa, indican que se debe tener en cuenta la edad y madurez del niño, y que también se debe estimular su imaginación y evitar los juguetes que inciten a la violencia.
»El juego le permite al menor representar la vida real y desarrollar su capacidad innata en ellos. Así mismo desarrollan los sentidos, el lenguaje, la memoria y las funciones físicas».
Entre el año y medio y los dos años de edad, algunos juguetes como los carritos son los que el pequeño puede manipular y aprender a identificar las formas, colores, sonidos y tamaños.
A nivel de comportamiento, el niño es egocéntrico pues está en la edad de caminar y cree que el mundo gira a su alrededor. Esa condición es superada con el juego, cuando se relaciona con otros niños y aprende a vincularse afectivamente.
Entre los 2 y 3 años, el menor imita escenas familiares y nace en él la curiosidad por saber el nombre de las cosas. Para esta edad, un buen regalo son los rompecabezas y cubos y en el caso de las niñas. las muñecas ayudan a representar situaciones de la vida diaria y crean una personalidad.
Pasados los cinco años, el niño sabe sumar, restar, leer y escribir. Un buen presente son los juegos manuales y los juegos de preguntas y respuestas, además de los experimentos. De esta forma, el pequeño reforzará la base para el pensamiento lógico matemático.
Para los más grandecitos, que se encuentran entre los 9 y 11 años de edad se recomiendan juegos de estrategia y reflexión.
Los juegos electrónicos no son recomendables porque son la base para que los niños puedan generar más adelante una adicción llamada ludopatía. Se sugiere que se deben tener en cuenta los instrumentos musicales y artículos deportivos, para así conocer las normas de disciplina.
Es importante que los padres no compren muchos juguetes a sus hijos, pues ellos se suelen cansar de ellos y no aprovechan sus beneficios.