Es tiempo de crear conciencia sobre los peligros que genera este vicio no solo en los fumadores activos, sino también en los pasivos donde se destacan la presencia de niños.
El humo de los cigarrillos contiene miles de partículas químicas que pueden ocasionar muchas enfermedades, entre ellas 17 tipos de cáncer.
Ese humo que inhalan los niños como fumadores pasivos, es el peor y el más peligroso de los irritantes que puede haber en ellos, debido a que sus sistemas respiratorio y de inmunización, no se han desarrollado del todo.
El sistema respiratorio termina por desarrollarse aproximadamente a los tres años de edad, por lo que se explica que el humo del cigarrillo afecta elcrecimiento y desarrollo de habilidades de los menores.
Los niños fumadores pasivos son muy susceptibles y pueden crear un alto riesgo de infecciones en los oídos, bronquitis, alergias, asma y neumonía. Cuando ocurren este tipo de enfermedades, es más complicado controlarlas y recuperarse de ellas, porque pueden llegar a ser crónicos o recurrentes, necesitando de cirugías en algunos casos.
Por lo general, las vías respiratorias de los niños son muy estrechas, lo que los hace sensibles al humo del tabaco, que hace que enfermen más a menudo y corre el riesgo de padecer las citadas enfermedades y molestias como picor de ojos y dolor de cabeza.
Todos los padres deben tener presente, que las múltiples sustancias nocivas que constituyen el humo del cigarrillo, tiene efectos en males cardiovasculares, neoplásicas y cuyo mayor impacto se da en la niñez. Antes de prender un cigarrillo, los padres de familia deben pensar en lo que podrían causar a sus hijos si continñuan con ese vicio y el costo que les generará los posibles males que provoquen.
Algunos consejos para proteger a los niños del humo del tabaco:
- Deje de fumar, si lo hace. Consulte a su médico por ayuda si así requiere. Hay muchos productos farmacéuticos disponibles que pueden ayudar a dejarlo. Usted debe ser un buen ejemplo para los niños.
- Si vive con fumadores, ayúdelos a dejar ese mal hábito.
- Pida a los fumadores que vivan en su casa y a sus visitas, que fumen fuera de su lugar.
- No permita que fumen en el automóvil.
- Asegúrese que no se fume en el nido o en los colegios.
- Converse con sus hijos sobre los daños que causa el humo de tabaco y anímelos a no adoptar nunca el hábito del consumo de cigarrillos.
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