Estamos en momentos en que la Comida Chatarra y su consumo vuelve a ocupar páginas y bloques en distintos segmentos de noticias. ¿Se debe regular su consumo? ¿Cómo evitar que más niños elijan este tipo de alimentación por encima de lo saludable?
Es importante que los padres de familia sepan tener bien en claro, las dificultades que trae el consumo de comida chatarra, visto como una salida obligada para muchas personas en su deseo de ahorrar tiempo y trabajo y rendirle culto a la comodidad.
Pero, muchos olvidan el real concepto de la «Vida Sana» y en su alimentación diaria, son capaces de preferir las hamburguesas, milanesas, papitas, snacks y bebidas gaseosas para combatir el hambre.
Esta alimentación «chatarra» se caracteriza por un excesivo contenido de calorías, grasas y sal. Los niños están muy sujetos a ellos, por lo que es importante recordar las desventajas de estos productos.
Por lo general, este tipo de alimentos son baratos, se pueden comer en pocos minutos, no requiere lavar platos y se puede ingerir en cualquier circunstancia.
La incidencia de estos alimentos, sobre el estado de nutrición y salud, varía si la ingesta no se da de manera esporádica o continua. Tanto para niños como para adultos, no es lo mismo si se consume comida «chatarra» una vez a la semana que todos los días.
Desventajas:
- Por la forma en que han sido procesados, han perdido todas sus propiedades nutricionales y sólo sirven para crear generaciones de niños y adultos obesos y mal alimentados.
- En su fabricación se usan temperaturas muy altas que destruyen todas las vitaminas que encontramos en las frutas y verduras en su estado natural.
- Se les agregan productos químicos para conservarlos hasta por muchos meses sin echarse a perder, aditivos, saborizantes, colorante, etc, que no benefician en nada al organismo.
- Y lo peor, son vendidos a precios enormes que sólo sirven para que el productor se enriquezca y el consumidor siga con una nutrición deficiente que le acarreara a la larga diferentes padecimientos.
Se deben ingerir más lácteos como la leche, quesos o yogurt; vegetales frescos y frutas de estación. Son alimentos ricos, rápidos, pero muy saludables. En conclusión: usar el freezer y el microondas es más sano que acudir cada vez que no tengamos ganas de cocinar al engañoso mundo del delivery y la comida “chatarra”.
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