La humedad se transforma en protagonista del invierno. Puede ocasionar numerosos problemas de salud en el hogar y hacer padecer a los niños, muy sensibles a la baja temperatura que pueden ocasionar males respiratorios.
Si bien la humedad tiene un aspecto favorable pues permite la lubricación y obtención de agua en el aparato respiratorio. el exceso de humedad ocasiona el desarrollo de hongos y ácaros con mayor facilidad. El aumento de ambos incrementa la posibilidad de padecer infecciones.
Los hongos ocasionan alergias en el aparato respiratorio con suma frecuencia. Las esporas («polen» de los hongos por llamarlo así) se encuentran en el aire dependiendo siempre de la zona, de la proximidad al mar, de la estación del año, etc.
Por lo general, las personas alérgicas a los hongos empeoran en las épocas en que se da el cambio estacional. En viviendas húmedas, oscuras, poco soleadas o ventiladas, además de sótanos o habitaciones con filtraciones, pueden encontrarse elevadas concentraciones de esporas de hongos.
También son fuentes de hongos la tierra húmeda de las macetas, humidificadores, aparatos de aire acondicionados mal empleados, los cubos de basura, los alimentos que se guardan por varios días, etc.
Por tal razón, las familias deben prepararse para adaptarse a la temporada del invierno. Es importante siempre:
- Evitar permanecer en lugares cerrados
- No abrigarse de manera excesiva
- Contar con una excelente ventilación en el hogar
- Reparar las filtraciones y limpiar las superficies enmohecidas.
- Limpiar el aire acondicionado con frecuencia.
- Mantener la ducha limpia, evitar la formación de manchas en las mayólicas.
- Eliminar diariamente las bolsas de basura.
- Evitar la acumulación del polvo en la vivienda.
- Evitar la formación de manchas en las paredes.