Ayer con muchas ganas quise ver un triunfo de Francia. Pero fui por lana y salí trasquilado. Una vez más sentí una gran decepción al ver al equipo francés en un partido de Copa del Mundo, y nuevamente, hice cólera hacia una sola persona: Raymond Domenech.
El descalabro de Francia lo podemos dividir en dos partes:
Primero: Desde hace cuatro años, vengo mostrando mi incomodidad con el trabajo de este señor. Domenech es una persona que no merece ser seleccionador de un equipo que en su momento ha saboreado la gloria de ser campeón mundial.
Y las razones son sencillas… es una persona que no ha sabido darle una identidad de juego a Francia y cuyas decisiones han sido más que polémicas, pues con ellas, en lugar de darle un beneficio al equipo, le ha traído duras consecuencias.
Recordemos en 2006, cuando dejó fuera del Mundial de Alemania a Robert Pires y Ludovic Giuly. Y no precisamente por razones técnicas. En 2005, Domenech, confesó en un programa de televisión que usaba la Astrología para realizar sus convocatorias, que no confiaba en algunos signos como Escorpio, Cáncer y Libra porque los consideraba poco beneficioso para el grupo.
Johan Micoud, por entonces volante del Werder Bremen, tuvo chances contadas en el seleccionado de Francia ¡porque era de Leo! Y Domenech lo consideró en pocas convocatorias por ser ‘’ propenso a cometer locuras por su signo temperamental’’.
‘’ El seleccionador francés cree que los de Escorpio no son buenos para la selección. Dice que no son buenas personas y no pueden convivir con los demás, pero creo que conmigo se ha equivocado mucho’’, comentó Pires en 2006.
Y si Zinedine Zidane fuera Escorpio o Cáncer…. ¿Lo hubiera convocado a Alemania?
Segundo: La Zidane dependencia ha sido al gran enemigo de Francia durante esta década. Desde auqella humillante eliminación en 2002 hasta el presente, a Francia le ha costado jugar sin Zidane. Para el Mundial de 2006, en (para variar) otra complicada eliminatoria, el ex astro del Real Madrid, quien había ya confirmado su retiro de la Selección, tuvo que salir de esa etapa y regresar para conducir al cuadro de Domenech a la cita en Alemania. Francia llegó a la final de ese año, no por el trabajo de Domenech, sino por la elegancia y visión de Zizou para con los partidos.
Hoy Francia no tiene un líder nato en el terreno de juego, y quien debe serlo, está en la banca de suplentes (Henry) por la terquedad de Monsieur Domenech. Ribery demostró una vez más que se trata de un jugador que tuvo su cuarto de hora en Alemania 2006 y ha pasado a ser uno más.
Hoy ya no se puede hablar de una Francia poderosa, de aquel equipo de oro de 1998-2000. Hoy, según Patrice Evra, Francia es una nación chica en el mundo del fútbol, y tiene toda la razón, y el responsable de eso, es Raymond Domenech, el peor entrenador que he visto en mi vida.