El negocio del fútbol ya no se centra solamente en Europa o en América. El continente asiático va tomando cada vez más fuerza en este deporte y no escatima esfuerzo para hacer grandes contrataciones a pesar de la crisis económica que agobia al mundo.
El 2012 se inició con la contratación del francés Nicolás Anelka, quien llegó al Shangái Shenhua procedente del Chelsea y se estima, recibe alrededor de US$ 313 000 semanales.
Y eso no es todo, pues ahora se especula con la posible contratación de su excompañero de equipo en el equipo londinense: Didier Drogba, quien podría llegar al fútbol chino por una cifra incluso superior al de Anelka.
El problema radica en que cuando se hace un análisis en las finanzas de la Superliga de China, las cifras no cambian y las pérdidas económicas son enormes.
El Shangái Shenhua está lejos de ser un equipo como el Chelsea, que por ejemplo, cada fin de semana lleva a mucha gente a su estadio, Stamford Bridge. El equipo chino, lleva al estadio Hongkou apenas a menos de 10 000 espectadores cuando la capacidad del coloso es capaz de albergar a 33 000 personas.
El ingreso anual del Shangái Shenhua es de unos US$ 3.1 millones, presupuesto que sería una ‘burla’ si lo comparamos con lo que recibe el Chelsea en una semana. Y además, el equipo chino gasta cinco veces sus ingresos en el sueldo de Anelka… ¿se imaginan la apuesta por Drogba?
Zhu Jun, dueño del Shangái Shenhua, hizo su fortuna en la industria de los videojuegos en línea. Fundó una compañía que compró los derechos de distribución en China de la franquicia del juego War of Warcraft y embolsó US$ 94 millones cuando salió a la bolsa en 2004.
Otro equipo ”millonario” en China es el Guangzhou Evergrande, reciente campeón de la Superliga y que acaba de contratar como entrenador a Marcello Lippi, campeón del mundo con Italia en el Mundial de Alemania 2006.
Lippi, dirigirá en su nuevo equipo al argentino Darío Conca (mejor jugador del Brasileirao 2012 con el Fluminense) y al paraguayo Lucas Barrios (ex Borussia Dortmund y Colo Colo).
El dueño de este equipo, Xu Jiayin, invirtió unos US$ 70 millones en los últimos dos años y su inversión le servirá para que su marca gane visibilidad.
Relación con la política:
Según Tony Shao, comentarista deportivo de la transmisora estatal CCTV, no es casualidad que los hombres de negocio estén poniendo su dinero en el fútbol, más aún si en China se vive nuevos aires ante la elección de su nuevo líder.
”El señor Xi Jinping, el futuro presidente de la República Popular China, es un gran aficionado al fútbol. Así que estos empresarios son muy listos”, indicó.
Mientras que Rowan Simons, autor de un libre sobre sus esfuerzos para desarrollar las bases del fútbol chino, cree que las inversiones en el deporte son ”proyectos de vanidad” que sirven solamente para ”congraciarse políticamente” y ”alardear”.
Y está de acuerdo con que los multimillonarios dueños de los clubes estarán atentos a las señales políticas que vienen de lo más alto.
“Por supuesto, el gobierno chino ha sido constante en sus ambiciones por ganar el Mundial, y cree que las inversiones a nivel de clubes son un estímulo para el deporte”.
Pero, este plan tiene un error:
”Es cierto que jugadores como Anelka y Drogba incrementarán el interés por el deporte, pero los problemas en el fútbol chino son sistémicos: muy pocos campos de juego y prácticamente ninguna infraestructura en las bases”.
¿Estará China encaminado a ser el centro económico del fútbol en el futuro?