Acabo de ver lo que considero un nuevo circo de la FIFA; designar como sedes mundialistas a países sin mucha trayectoria en Copa del Mundo como Rusia y… Qatar. Esto es prueba de que el fútbol (o Sepp Blatter) ya no tiene presente la historia y ahora se preocupa sólo por llenar ”la caja chica”.
Hago referencia especial a Qatar, porque es prueba clara y precisa de que más valen dólares en mano que otras cosas. Es un país que nunca ha participado en un Mundial, que tiene una liga al que sólo llegan jugadores que bordean los 36 o 37 años nomás para retirarse (aunque en realidad para asegurar su jubilación). De ahí en más, no se sabe nada del fútbol qatarí, lo que indigna, teniendo en cuenta que superó en la elección a países como Estados Unidos, Japón, Corea (que saben lo que es organizar un Mundial) y Australia, país mundialista.
El sentir de personalidades no se hicieron esperar. El presidente de Estados Unidos Barack Obama, afirmó mediante Twitter que fue una mala decisión designar a Qatar como sede del Mundial 2022. En realidad, a muchos sorprendió tal designación, como por ejemplo al periodista argentino Juan Pablo Varsky, quien también mediante Twiiter, señaló que ”El negocio cada vez más a la cabeza y en la cabeza de las decisiones de FIFA”.
Pablo Viola de Fox Sports fue un poco más crítico con la decisión de FIFA: ”La eleccion de sedes mundialistas termina siendo una celebracion de la corrupcion. Sospechadas hasta el dia previo y festivas el posterior”.
Diego Balado, ex panelista de ESPN dijo: ‘El negocio de los Mundiales para FIFA es notable. Es la “vaca gorda” cada cuatro años. Mandaron los “nuevos ricos” rusos y los petrodólares”.
Mientras tanto, el reconocido narrador Luis Omar Tapia, afirmó: ”La FIFA en el 94- obligó a USA a tener una liga real. Le han pedido lo mismo a Qatar por el mundial? Sudafrica tiene mas liga que los arabes. No me consta si hubo trampa, pero me queda claro que el dinero compro las sedes. Rusia tiene historia. Qatar no existe, futbolisticamente”.
Nuevamente reina la polémica entorno a las designaciones de FIFA. Primero la bendita rotación continental de Blatter que llevó a jugar torneos en Corea-Japón (2002) y Sudáfrica (2010), ahora su deseo de llevar la Copa a Europa del Este y a países árabes. ¿Es realidad Blatter quiere cruzar fronteras con la Copa del Mundo, o hay otro tipo de intereses ($$$) en las decisiones tomadas de cara a los próximos Mundiales?.
Son varias posiciones las que podemos encontrar tras la decisión de FIFA. A muchos nos hubiese gustado ver a España organizar un Mundial (junto a Portugal), tras el éxito logrado en el último Mundial y la vistosa infraestructura que hay en la penísula Ibérica o a Inglaterra volver a ser sede luego muchos años. Nos quedamos con las ganas de ver a Australia organizar un Mundial en 2022, pero la FIFA (o Blatter) nos han quitado esos deseos, y tendremos que esperar muchos años para ver un Mundial en una sede realmente competitiva y de tradición en una Copa del Mundo, no en un país que imponga su poder económico por sobre el amor por el fútbol.
Esta decisión sin duda, va a generar muchas polémicas, total, sin ellas el fútbol, dejaría de ser el deporte más apasionante y hermoso del planeta.
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